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Zona Zero, Zona Rota

Hace 20 años recorrí las calles empolvadas del sur de Manhattan, vi y fotografié la Zona Zero, y sin embargo no podía creerlo. | Ulises Castellanos

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Escrito en OPINIÓN el

Ahora les escribo de la bella y elegante ciudad de Boston, sitio de donde despegaron los dos aviones que impactaron las torres gemelas hace 20 años, en aquel infame 11 de septiembre de 2001.

Hace dos décadas desde aquí despegó el vuelo 11 de American Airlines que viajaba de Boston a Los Ángeles y que terminó estrellándose intencionalmente a las 8:46 de la mañana en la torre norte del World Trade Center de la ciudad de Nueva York. Minutos después, a las 9:03 am se estrellaría el segundo avión, el vuelo 175 de United Airlines que viajaba también de aquí, de Boston a Los Ángeles para impactar en la segunda torre del World Trade Center en el corazón de Manhattan.

Después de estos ataques, ya nada sería igual en el arranque del siglo XXI. A las 9:37 am el vuelo 77 de American Airlines (que viaja desde Dulles, Virginia, a Los Ángeles) se impactaba en el Pentágono de la capital norteamericana, Washington. A las 9:59 am la torre sur del WTC se derrumba en 11 segundos. El mundo lo observaba todo en vivo por la televisión.

A las 10:03 am el vuelo 93 de United Airlines (que viaja desde Newark, Nueva Jersey, a San Francisco) se estrella en un campo cerca de Shanksville, Pensilvania, de donde se especula, hubo un fuerte forcejeo en la cabina de aquel avión, donde los pasajeros enfrentaron a los terroristas, por lo que estos últimos decidieron estrellar el avión de manera precipitada. Y finalmente a las 10:28 de aquella mañana de terror, la torre norte del WTC se derrumba. El tiempo total entre el primer ataque y el colapso de ambas torres fue de 102 minutos. Y el mundo cambiaría para siempre.

Foto: Ulises Castellanos

Según medios norteamericanos, en el World Trade Center (WTC) de Manhattan, 2,753 personas murieron cuando los vuelos secuestrados, de American Airlines y de United Airlines, fueron estrellados intencionalmente en las torres norte y sur. De los que perecieron durante los ataques iniciales y los colapsos posteriores de las torres, “343 eran bomberos de Nueva York, 23 eran policías de la ciudad y 37 eran agentes de la Autoridad Portuaria”. Las víctimas tenían edades comprendidas entre los dos y los 85 años, y aproximadamente 80% de las víctimas fueron hombres.

Hace 20 años recorrí las calles empolvadas del sur de Manhattan, vi y fotografié la Zona Zero, y sin embargo no podía creerlo, una y otra vez mirábamos al cielo con la esperanza de que eso no hubiese ocurrido. La devastación y depresión de los neoyorquinos brincaba en cada esquina. Una semana después viajaba a Pakistán para documentar la siguiente etapa de la historia.

Se calcula que los ataques costaron apenas medio millón de dólares en su planificación y financiamiento. Sin embargo, el costo para Estados Unidos fue de 123 mil mdd que es la pérdida económica estimada durante las primeras cuatro semanas después del colapso de las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York.

Además, el daño económico en el WTC se estimó en 60 mil millones de dólares incluido el daño a edificios circundantes, infraestructura y las instalaciones del metro. Y casi 10,000 millones de dólares fue el monto en reclamo de aseguradoras. Un desastre económico financiado con casi nada. Tan sólo limpiar y recoger el desastre de la Zona Zero costó 750 millones de dólares.

Así las cosas, hoy recuerdo aquellos años, cuando trabajaba para Proceso y era de veras relevante ser fotoperiodista en aquel contexto, sin el ruido de las redes sociales pues. Hoy cerramos un ciclo de 20 años, visitando la ciudad de Boston, sitio de donde salieron esos dos primeros vuelos mortales y tratando de imaginar a esos terroristas en las horas previas recorriendo aquí sus barrios universitarios, con la clara conciencia de lo que su nefasto acto de cobardía provocaría. 

No soporto la idea de imaginarlos, tomando un café express en el barrio italiano de Boston, sabiendo que alguno de sus vecinos moriría semanas más tarde estrellándose en esas torres. La crueldad humana es infinita. Aquí mis fotografías como testimonio de aquella época.