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¿Yo no me contagio porque así lo decreto?

¿Cómo te explicas (¿o cómo intentas explicarte?) las reuniones masivas, las fiestas, y las calles llenas para actividades no indispensables?. | María Teresa Priego

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Escrito en OPINIÓN el

Comparto con ustedes las opiniones recogidas en una video-mesa de compañeras feministas -muy distintas entre ellas, de diferentes edades y oficios- quienes respondieron a la pregunta: "¿Cómo te explicas (¿o cómo intentas explicarte?) las reuniones masivas, las fiestas a todo volumen en lugares cerrados, las calles llenas para actividades no indispensables? La toma de riesgos ante la intensa amenaza del contagio. Ante la amenaza de la enfermedad (leve o violenta) y de la muerte. Van -en orden alfabético- sus miradas, a las que apelé, para a mi vez, intentar entender, lo que me es inentendible. 

ROCÍO ALVARADO

Editora

"La gente no entiende, vi las imágenes en las playas. Qué terrible. Por más que se esté al aire libre, con tanta gente no hay oportunidad de que alguien esté a sana distancia. Me da mucha tristeza. Los que nos cuidamos, lo seguimos haciendo... y otros salen y salen, se juntan con gente y esto no acaba. No sé si la gente se siente con súper poderes. Quizá sí". 

CARMEN BOULLOSA

Escritora

"Los aglutinamientos humanos. Dos comentarios: si es irresponsabilidad absoluta. Pero, también (lo digo después de mucho rascarme la cabeza porque no me cabe en la cabeza), como dice un dicho gringo: 'Does the Pope shit in the woods?', ¿no tenemos culturalmente eso de ser gregarios? No estoy justificando ni mucho menos, estoy intentando explicar esas ansias de amontone, de placer conjunto. La tarjeta de navidad más usada es precisamente un amontone armónico, en círculo: todos abrazándonos, no uno por uno, sino una masa. Así que, como son navidades, como son vacaciones, como es... cualquier situación". 

"Remedio: buena campaña coordinada desde todos los que tienen influencia. Cada uno con máscara y aislamiento. Y eso, pues no ha pasado. Incluso no usar mascarilla es una declaratoria de afiliación a su cada cual. Siete miembros de mi familia tienen covid, después de que los siete se vieron en una fiesta familiar al aire libre, en Valle de Bravo, por Navidades… No me cabe en la cabeza y me la rasco... Y sale esa especie de caspa: "'Does the Pope shit in the woods'? Me horrorizan los aglutinamientos y me enfurecen".

JIMENA GARCÍA

Psicoanalista

"Lo pienso desde el concepto de desmentida de Freud, también puede ir por la vía de la denegación. El hecho de que la desmentida actúa de la misma manera: se hace un rechazo a la muerte. En la línea de los contagios es: 'a mí no me va a pasar', 'la muerte es del otro’. Freud postulaba que en el inconsciente la muerte del YO, no existe. Nosotros podemos ser, digamos, conscientes de que en algún momento vamos a morir, pero el inconsciente no permite que eso se instaure como un hecho. Es un: 'Yo no. El otro sí, pero yo no, yo nunca'. Cuando se instaura en lo real un proceso de enfermedad, de contagio, es cuando realmente el cuerpo termina como un poco actuando en relación con eso y es cuando se hace ese encuentro con lo real". 

"Mientras no haya un situación que nos exponga tal cual, sino que únicamente la podamos ver en el otro, eso no existe para el inconsciente. Es como yo lo he pensado. El que nos resguardemos sucede bajo la línea de la consciencia. Hay muchas personas para quienes se puede dar también un movimiento de lo que ellos consideran 'resistencia', ante el contexto social, el contexto de enfermedad y de contagio: 'la resistencia es reunirnos', 'la resistencia es asistir a la marcha'. Querer imaginar que 'resisten' a la muerte, ante la muerte. Que reuniéndose 'resisten' ante la posibilidad de la muerte". "En 'De guerra y muerte. Temas de actualidad', Freud escribe: "(A la muerte)... Hemos intentado matarla con el silencio... en el fondo, nadie cree en su propia muerte, o lo que viene a ser lo mismo, en el inconsciente cada uno de nosotros está convencido de su inmortalidad'. Hasta que sucede".

MARICARMEN DE LARA

Cineasta

"Lo de las aglomeraciones habla mucho de la falta de educación cívica, en muchos países ha sucedido así: las playas de Barcelona repletas. Hay una inconsciencia colectiva, la negación, el consumo. Como somos sociedades de consumo el otro no existe, el 'a mí no me va a pasar', todo lo que hemos visto que sucede a lo largo de esta pandemia, pero también lo que constatamos con la indiferencia y la indolencia ante la pobreza, ante el dolor de los demás. Eso somos".

MARÍA CONSUELO MEJÍA

Pensadora y activista feminista, funcionaria pública

"Me da mucho coraje y mucha tristeza ante la insensatez y el egoísmo que caracterizan a tantas personas. ¡La desgraciada condición humana individualista y destructiva! Todo esto sigue siendo un enigma. Muy peligroso. Muy angustiante".

PATRICIA MERCADO

Senadora

"A mí me provoca constatar que no nos hemos formado como ciudadan@s, es decir: 'el otro no importa, solo yo y a mí no me pasará nada, porque son inventos o porque simplemente no'. Y, también, me he aferrado y me aferro a la propuesta del ingreso mínimo en una situación de emergencia como ésta, pues si las personas lo hubiesen tenido, podrían haberse preparado mejor con sus compras necesarias. Les comparto una historia: tenemos trabajando a albañiles dado que su actividad no se prohibió. Uno de ellos está muy grave, oxigenando 60 y no quiere irse a un hospital porque tiene desconfianza, es joven, menos de 40 años". 

"Les pedimos a todos que se hicieran la prueba, sin dejar de pagarles, por supuesto. No querían porque decían que se contagiarían en esos quioscos donde hacen las pruebas. Entonces, les dijimos que no podían entrar a trabajar sin presentar resultados. Hoy en la mañana el maestro albañil habló para decir que sí es positivo y que ya lo sabía, pero no lo quiso decir porque se sentía bien. Si López-Gatell se puede ir de vacaciones y sin cubrebocas, ¿por qué ellos dejarían de ir a trabajar? Todo es una secuela de insensatez".

PAOLA OJEDA

Consultora en Proyectos sociales

"¿Negación? Puede ser por varios motivos: negación, o sentir que no tienes nada que perder. La cultura de la inmediatez. Pensamiento mágico: 'a mí no me va a pasar nada', que no sé si sea lo mismo que la negación".

LUCÍA RAPHAEL

Investigadora en temas jurídicos y de género

"Primero es el tema económico que ha hecho que desde el principio millones de personas no tengan la opción de quedarse confinadas porque, o se mueren de hambre o se mueren de covid. Eso ha provocado que siempre haya una terrible ambigüedad respecto a la concepción de 'cuidarse'. De manera tal que, incluso quienes podrían confinarse toman como regla dicha ambigüedad, llevándolo al extremo de olvidar la pandemia cuando se trata de salir a espacios donde se cruza una masa de personas caminando juntas". 

Por otro lado, el fuerte golpe al estado anímico de las personas al estar en verdadero confinamiento llevó a muchas familias a romper con la regla y reunirse en grupos para compensar la parte emocional que está muy afectada. La reunión con los otros puede generar una sensación de recuperación emocional importante. Y en nuestro imaginario pareciera que eso nos protege. Pero es una falacia. Porque al bicho no le importa que estemos emocionalmente bien o mal, simplemente se manifiesta por contacto. Esa es la paradoja".

SUSANA VIDALES

Comunicadora

"Me recuerda la que cantaba Jorge Negrete y que lo resume muy bien: 'Si me he de morir mañana /que me maten de una vez'. No puedo describirlo con exactitud, pero en las fotos se ve la mayoría de gente joven. La que está en las calles y hace fiestas. Y, sí, no están educados cívicamente".

ANA ZARAK

Psicoanalista

"Creo que se relaciona con el trauma, con el agotamiento, con la ansiedad, con la depresión y todos los efectos psíquicos que tiene la pandemia. La gente comienza a perder consciencia. Y claro, siempre hay algo de pulsión de muerte puesto ahí. Pero incluso me atrevería a decir que también se trata de Eros".

Lo real y la irrealidad

Las imágenes despiertan una sensación de irrealidad. Calles llenas de personas que caminan obligadas a rozarse: con tapabocas bien colocado, mal colocado, sin tapabocas. Fiestas multitudinarias. "Catarsis" colectivas. Familias enteras alrededor de las piñatas. La información del número de contagios y de muertes diarias circula. Está accesible. Los hospitales saturados. La desesperación y el dolor. La cola para un tanque de oxígeno. La infinita soledad de esta manera de morirse. Y en estas circunstancias de amenaza y de encierro, en esta cotidiana confrontación con la cercanía de la enfermedad y de la muerte, algo pareciera detonarse del orden de la famosa frase del psicoanalista Octave Mannoni: "Yo lo sé bien, y sin embargo..." 

Algo del orden de la Negación. Así con mayúsculas. "¿El covid no existe?" "¿Yo no me contagio?" "¿Si me contagio no me importa?" "¿Si contagio a otras/os, ni modo que así es la vida?" "¿Necesito llamar, en la cercanía con las/os otras/os, a mi impulso de vida, porque ya no puedo más?" "¿Más vale el riesgo que la depresión o la angustia en solitario?"

Porque: Lo sabemos bien, y sin embargo…