Su planteamiento parece sencillo.
Si la selección gana el primer juego, "y si llegas a empatarle a Brasil o a Croacia, obligas a que entre ellos se tengan que matar (sic)". Esto quiere decir que con cuatro puntos "obligaríamos a Brasil a ganar dos encuentros".
Y eso "te puede alcanzar para colarte".
Con dicho resultado, "podría venir una situación en la que realmente lograrías el objetivo". Para que no haya dudas, aseguró que su análisis contempla todos los escenarios. Por lo tanto, "si llegas a Croacia con cuatro puntos", estaríamos "en un momento extraordinario”.
¿Así o más claro?
De acuerdo con los especialistas, la Selección Nacional ya logró la proeza de llegar a octavos en los mundiales de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010. La meta de Herrera es alcanzar en Brasil los nueve puntos.
Entonces, ¡sí se puede!
Si @MiguelHerreraDT fuera candidato, sus posibilidades de ganar una elección serían muy altas. Para muchos es un personaje sencillo, carismático, con carácter y que transmite confianza.
De mantenerse así, muchos políticos se lo agradecerán.
Después de varios meses en los que el país ha atravesado por momentos difíciles debido a la persistencia adversa de los temas económicos y de inseguridad, la necesidad de creer en alguien se convierte en un activo que no se puede ignorar.
El bombardeo de noticias negativas es a veces abrumador.
El estado de ánimo de la sociedad o el llamado "humor social" no atraviesa por uno de sus mejores momentos, a pesar de los esfuerzos políticos y comunicacionales que sin duda está llevando a cabo la clase política.
Para mejorar su estado de ánimo, la gente busca líderes fuertes.
Eso es lo que se ha esperado siempre del Presidente de la República, del Gobernador, del Jefe de Gobierno, del Delegado o de sus representantes en el Congreso, entre muchos otros. También necesita causas qué seguir y en las cuales creer y participar.
Pertenecemos a una cultura del Tlatoani.
Por eso, cuando la sociedad no encuentra las causas o los líderes que los motiven en la política, los busca en otros espacios. Por ejemplo, en la industria del entretenimiento. Los medios de comunicación y los políticos lo saben y tratan de cubrir este vacío, no siempre con los mejores resultados.
El espectáculo y el deporte son fuente inagotable.
De ahí que se recurra, con frecuencia, al uso de la imagen de los personajes famosos para hacer campañas promocionales con objetivos políticos o sociales. Lo importante son los fines, no los medios para alcanzarlos.
Cuando se actúa así, la política puede fallar.
La campaña “No le des la espalda, dale pecho” que lanzó el Gobierno del DF, confirma que la fórmula de incorporar en la estrategia a los “famosos” de la televisión conlleva riesgos cuando se improvisa con ocurrencias. La controversia que generó afectó el cumplimiento del objetivo y resultó contraproducente para la imagen de Miguel Ángel Mancera.
La esperanza es una constante en la sociedad.
Las encuestas confirman que la mayoría tiene confianza en el futuro, aunque no cuente con los líderes suficientes que conduzcan sus aspiraciones. Lo que sí se puede asegurar es que el fútbol se mantiene como un espectáculo que cohesiona y es motivo de orgullo cuando los equipos ganan, porque en este espacio hay líderes con los que los aficionados se sienten identificados.
Hoy, la esperanza está en el Tri.
En la Selección Nacional hay causa y liderazgo, aunque sean endebles. Miguel Herrera está haciendo lo que le corresponde, cumpla o no con su pronóstico optimista. Si gana, la política tendrá un momento de respiro. Si pierde, habrá motivos de preocupación para elevar el estado de ánimo de la población. En cualquier escenario, la gente necesitará algo más que ponerse la verde.
Preguntas y comentarios a sosaplata@live.com
Twitter @sosaplata