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Y las reformas parieron la devaluación

Lo que ocurre en la economía nacional es muy grave y el escenario es poco alentador.

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Escrito en OPINIÓN el

En 1994, el fantasma de la devaluación rondaba al país y en 1995, nos hacía caer en una severa crisis económica. La historia se repite en 2015. Los augurios de crecimiento económico, desde el gobierno, van cada día más a la baja, mientras son más los millones de dólares que se ponen en subasta para evitar que el dólar siga aumentando.

 

Lo curioso es que, en 1994, la apertura comercial y las reformas neoliberales se anunciaban como la puerta que se abría para que México entrara en la modernidad y en el primer mundo. Los oscuros personajes del régimen aseguraban, en aquel momento, que gracias a los procesos de privatización de los bienes nacionales el país sería una economía boyante. La realidad demostró que las medidas neoliberales fueron infructuosas y los adalides de las reformas económicas tuvieron que pasar de la bonanza a la devaluación de la economía.

 

Aunque los analistas económicos no lo digan, aunque para maquillar la realidad ocupen eufemismos lo que está pasando en nuestro país es una crisis económica que tendrá serias consecuencias en las finanzas nacionales y en los bolsillos de cada familia.

 

Lo que ocurre en la economía nacional es muy grave. En el último año el peso perdió una cuarta parte de su valor ante el dólar; nuestra moneda vale 24.88% menos. Desde la aprobación de las reformas estructurales del gobierno de Peña Nieto, a la fecha, la economía no crece, no hay ningún éxito producto de las reformas energética, laboral y educativa; por lo contrario, hay más desempleo, las empresas no invierten en el petróleo, y la moneda no ha detenido su caída frente a la moneda estadounidense.

 

Los neoliberales, como hace 20 años, una vez más vuelven a fallar. La realidad les demuestra de nuevo que ese modelo económico no produce buenos resultados, ni para la población de más bajos ingresos ni para los empresarios.

 

Por su parte, las confederaciones empresariales ya comienzan a anunciar que empresas de distintas ramas productivas tendrán que elevar sus costos y para finales de año ya se esperan incrementos en productos de la canasta básica y la industria.

 

El escenario es poco alentador. Ya se ha abierto un incipiente debate sobre el modelo económico, al menos hay un consenso sobre los nulos resultados de las llamadas reformas estructurales. La economía del país sí tiene solución pero no es por la vía del neoliberalismo que a lo largo de más de 30 años ha demostrado su inviabilidad. Desde su implantación en México, en neoliberalismo no sólo ha demostrado que es injusto e inhumano sino que incluso ha fallado en lo que sus impulsores presumían: la eficacia económica.