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¿Y la revocación de mandato?

Los 700 mil votos de diferencia habrían sido suficientes para ir en contra de la continuidad del presidente, si se hubiera votado la revocación de mandato. | Romina Román

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Escrito en OPINIÓN el

El resultado de las elecciones intermedias dejó claro que si bien territorialmente Morena incrementó su presencia en varios estados del país, de haber coincidido con la revocación de mandato como se dibujó a principios del sexenio, es probable que el presidente López Obrador no saliera bien librado.

De acuerdo con los últimos datos del conteo del Instituto Nacional Electoral (INE), Morena y sus partidos aliados obtuvieron cerca de 20.5 millones de votos, en tanto que la alianza opositora junto con Movimiento Ciudadano alcanzó 21.2 millones sufragios, es decir, 700 mil más, lo que harían sido la diferencia para votar en contra de la continuidad del mandatario.

Nos adelantan que la revocación de mandato será un tema prioritario para el gobierno actual en los siguientes días, ya que se estima que será en marzo de 2022 cuando la oposición o el mismo López Obrador pongan sobre la mesa el arranque del proceso.

Y es que aunque se diga lo contrario, la pérdida de la mayoría de las Alcaldías en la Ciudad de México no gustó nada a López Obrador, quien en los siguientes días pedirá cuentas no sólo a Claudia Sheinbaum, sino a Mario Delgado, quien estuvo a la cabeza en la estrategia electoral y en lo que es el máximo bastión obradorista, fracasó.

Hay quien insiste en que los resultados sepultaron las ambiciones de la jefa de Gobierno para aspirar a la candidatura presidencial, lo mismo se asegura del canciller Marcelo Ebrad; caso contrario ocurre con Ricardo Monreal quien nulificó a Dolores Padierna en la Alcaldía Cuauhtémoc.

Los muy mal pensados aseguran que no permitir la reelección de su candidato Néstor Núñez en la Cuauhtémoc fue una factura pendiente que terminó por cobrarse. Tampoco es ninguna casualidad que operar en contra de la candidata de Morena y saborear su derrota, fortalece más que nunca a Monreal y a sus aspiraciones hacia el 2024. Y eso, él lo sabe muy bien.

Nos cuentan que a medida que avanzaba la jornada electoral, la sonrisa de Dolores Padierna se fue desdibujando; después de conocer la diferencia en votos, la candidata pasó de la incredulidad, a la molestia y cerró el día con una profunda tristeza. Como ella lo aseguró en voz baja y alta, su triunfo era la única alternativa; incluso, había girado instrucciones a su equipo para iniciar con el plan de trabajo en la Alcaldía sin considerar ningún otro escenario.

Esa misma sonrisa no sólo se desdibujó en la candidata a la Alcaldía de Cuauhtémoc, sino en muchos líderes de Morena, quienes aseguran que fue un triunfo contundente, pero los datos del INE revelan que el gobierno de la Cuarta Transformación alcanzó más votos en la elección del 2018. Ganó claramente en gubernaturas, pero perdió el control de la Cámara de Diputados como grupo individual; en la Ciudad de México y en el Estado de México, que ha sido su base territorial nacional, también perdió.

En cifras frías, todo indica que el partido que más ganó en estas elecciones fue el PAN, quien se consolidó como la segunda fuerza política del país, al conservar dos gubernaturas y crecer en número de diputados.

El PRI fue el gran perdedor de la jornada, ya que entregará Campeche, Colima, Guerrero, Sinaloa, San Luis Potosí, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.

Así las cosas...