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Xóchitl Gálvez: La transa, buen negocio

La señora Xóchitl Gálvez mintió en algún momento, sea cuando intentó ser aspirante a gobernadora y diputada en Hidalgo, sea en esta ocasión.

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Escrito en OPINIÓN el

En política, dicen algunos de sus practicantes “la transa siempre es buen negocio”.

 

Y viene a cuento porque en el caso de la hidalguense Xóchitl Gálvez, se confirmó que “la transa” no sólo le permitió una importante campaña mediática “de gorra” sino que la convirtió en víctima de las supuestas “perversiones del poder” y, al final la autoridad electoral le dio el registro como candidata a la jefatura de la delegación Miguel Hidalgo.

 

Y decimos que el de Xóchitl Gálvez es un ejemplo de que la transa es rentable, por una razón elemental. La señora Gálvez no es el espíritu santo; no es dos o tres personas en una.

 

Y es que si hacemos memoria recordaremos que la otrora funcionaria del gobierno de Vicente Fox también compitió por el gobierno de Hidalgo y también buscó una candidatura a diputada federal, por el PAN, de su natal Hidalgo.

 

Y si en esos dos intentos de alcanzar un puesto de elección popular demostró a satisfacción legal su residencia en Hidalgo, no es posible que hoy haya demostrado a satisfacción legal su residencia en el Distrito Federal. No es lo mismo el estado de Hidalgo, que la delegación Miguel Hidalgo, como queda claro.

 

Dicho de otro modo, que la señora Xóchitl Gálvez mintió en algún momento, sea cuando intentó ser aspirante a gobernadora y diputada en Hidalgo, sea en esta ocasión, cuando aspira a ser jefa delegacional por Miguel Hidalgo.

 

En todo caso, también se confirma que “Xóchitl” -como le dicen sus cercarnos- tenía razón cuando dijo que si López Obrador fue candidato a jefe de gobierno del DF, ella tendría garantizada la candidatura a jefa delegacional por Miguel Hidalgo. ¿Qué debemos entender de lo anterior?

 

1. Está claro que, igual que en el caso de López Obrador, un candidato y un partido político torcieron la ley; torturaron la legislación electoral para favorecer la voluntad política de algún poder.

 

2. Legalmente López Obrador no podía ser candidato al GDF en el año 2000. Sin embargo, la decisión política del presidente Ernesto Zedillo dobló la legalidad.

 

3. Legalmente, dicen algunos juristas del derecho electoral, la señora Xóchitl Gálvez no tenía derecho a la postulación como candidata a la delegación Miguel Hidalgo en el Distrito Federal. Ese criterio fue empleado por el IEDF en su resolución para negarle la candidatura. Sin embargo, una voluntad política superior parece haber instruido al Tribunal Electoral Federal para torcer la ley.

 

Es decir que “la transa es buen negocio” cuando se hace al servicio de la política.

 

Pero lo más interesante no es sólo que la transa se convierta en un premio político no, acaso lo verdaderamente novedoso es que además del premio político la transa de Xóchitl Gálvez le regaló millones de pesos en publicidad e imagen. ¿Por qué?

 

Elemental, porque gracias a su intento tramposo de ser candidata, la señora Gálvez ganó una notoriedad que nunca hubiese alcanzado sin haber creado el conflicto y haber recurrido a la transa para ser candidata.

 

Y luego nos quejamos de que en política abundan los tramposos.

 

Al tiempo.

 

@RicardoAlemanMx