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OPINIÓN

Violencia digital contra las mujeres periodistas

La violencia de género en el ámbito digital se constituye como un mecanismo de intimidación, control, discriminación y desprestigio. | Blanca Lilia Ibarra

Escrito en OPINIÓN el

La violencia en contra de las niñas, adolescentes y mujeres es una de las violaciones más graves a los derechos humanos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha considerado a la violencia de género como un fenómeno extendido, arraigado y tolerado en el mundo, cuyas agresiones y desigualdades limitan el ejercicio de las libertades y derechos, quebrantan la dignidad, integridad y las oportunidades de desarrollo de las mujeres y sus comunidades.

Para la ONU Mujeres la violencia digital es tan real como cualquier otra forma de violencia, y se vincula estrechamente con la violencia misógina que las mujeres y niñas sobrellevan en los espacios públicos y privados. De acuerdo con el Informe “Violencia contra las mujeres y niñas en el espacio digital. Lo que es virtual también es real” las plataformas y redes sociales se usan en el marco del mismo sistema, y al menos el 73% de las mujeres en el mundo han estado expuestas a alguna forma de agresión en el entorno digital. Además, este reporte indicó que defensoras de los derechos humanos, las periodistas y las mujeres que participan en actividades públicas son objeto de ataques sistemáticos en el espacio digital, a través de amenazas, acoso y hostigamiento.

En ese sentido, Artículo 19 documentó que las mujeres periodistas se enfrentan a una serie de riesgos diferenciados en el desempeño de su trabajo. De acuerdo con Articulo 19, el uso de las tecnologías de la información como el Internet, el correo electrónico y las plataformas de redes sociales han potencializado los comportamientos agresivos contra las profesionales del periodismo. Dichos ataques tienen como objetivo silenciar, estigmatizar, censurar e intimidar el ejercicio periodístico de las mujeres, lo cual significa no sólo un ataque a la libertad expresión y a los derechos de las periodistas, sino que también tiene un impacto en la libertad de prensa, la inclusión de las perspectivas de las mujeres en los medios de comunicación y en el derecho a saber de las audiencias.

En 2020, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en colaboración con el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ), llevaron a cabo una encuesta mundial para evaluar la magnitud de la violencia en línea contra las mujeres profesionales del periodismo, en la que participaron más de 900 personas de 125 países. Entre los resultados encontrados en su estudio “Violencia en línea contra las mujeres periodistas: Instantánea mundial de la incidencia y las repercusiones” se indicó que, al menos 73% de las encuestadas habían sufrido violencia en línea mientras realizaba su trabajo. Las agresiones con discursos de odio, el acoso con mensajes privados no deseados, las amenazas físicas y contra su reputación son los tipos de ataques más comunes en contra de las mujeres periodistas. Asimismo, uno de los hallazgos más interesantes en este análisis reside en que, los temas que generan o desencadenan más agresiones digitales son los relativos a cuestiones de género: el feminismo, la violencia de los hombres contra las mujeres, los derechos reproductivos y cuestiones de transexualidad, lo que de acuerdo los autores de este reporte --Julie Posetti, Nermine Aboulez, Kalina Bontcheva, Jackie Harrison y Silvio Waisbord-- pone en manifiesto el papel de la misoginia en la violencia digital. 

La violencia de género en el ámbito digital se constituye como un mecanismo de intimidación, control, discriminación y desprestigio, así como una limitación de las libertades y derechos humanos. En el caso de las mujeres periodistas, este fenómeno, que se ha incrementado exponencialmente en el contexto de la pandemia, representa un “nuevo frente de la seguridad periodística” y la crisis de la libertad de expresión, además tiene un impacto directo en la autocensura, y la salud física y mental de las periodistas.

Por ello, la garantía de la seguridad digital y la salvaguarda de los derechos de acceso a la información y protección de datos personales se constituyen como vías para asegurar los derechos humanos de las periodistas, lo cual tiene un efecto en la sociedad en su conjunto.