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Viajar por la CDMX de otra manera

Mientras el transporte público no tenga cobertura suficiente y no sea de calidad, no podemos realmente esperar que los ciudadanos dejen su coche.

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Escrito en OPINIÓN el

Las grandes urbes del planeta tienen retos colosales en materia de movilidad, por su escala la CDMX tiene uno de los mayores desafíos en el contexto global. El tiempo promedio de viaje ha pasado de 27 minutos en 1994 a 59 en 2013.  Quienes habitamos en la ZMVM y sus visitantes padecemos viajes largos y agobiantes sin importar el modo de transporte que utilicemos.

 

Este hecho,  se vuelve más inquietante cuando observamos que la tasa de motorización de la CDMX ha sido en promedio de 4% anual, con 200,000 vehículos registrados cada año en la entidad, tasa superior al 1.29% a la que crece su población en un año. Si se mantuvieran estas tendencias, todo lo demás constante, en 23 años tendríamos más coches que personas en el DF.

 

Este problema  amenaza con empeorar de forma exponencial en los siguientes años. Por esto es esencial fortalecer el diseño e implementación de estrategias desde el gobierno y la sociedad civil que incentiven el uso de modos de transporte más sustentables y conviertan al coche en una opción más y no una necesidad.

 

En la Ciudad de México se realizan 21.9 millones de viajes diarios, y el 70% son atendidos por transporte público.  Mejorar la condiciones de las unidades que atienden cerca de 15 millones de viajes, al tiempo que ampliamos esta cobertura es prioritario para el GDF.

El mejoramiento del transporte público concesionado (camiones, micros y combis) que atiende el 56% de los viajes en transporte público es uno de los grandes pendientes.

 

El servicio de transporte público concesionado funciona bajo la modalidad conocida como Hombre-Camión, es decir, las concesiones son individuales y los servicios por corredor no son ofrecidos por una única empresa sino por muchos concesionarios. Este modelo de negocio no genera incentivos para mejorar la calidad y seguridad del servicio, pero sí promueve la competencia por pasaje que deriva en más tráfico y hechos de tránsito[1].

 

Hoy se cuenta con aproximadamente 30 mil unidades que ofrecen este servicio, de las cuales cerca de 18mil superan los 20 años de servicio. El descuido en calidad de servicio nos enfrenta hoy con un balance negativo de la percepción de los usuarios,  donde el 63% declara estar insatisfecho con la limpieza, 65% con la seguridad y 54% con la confiabilidad.

 

Por otro lado, de acuerdo con datos de CONAPRA, entre 2007 y 2012 se registraron aumentos en hechos de tránsito del 12% en microbuses, 478% en combis y 180% en camiones urbanos.

 

De acuerdo con datos del INEGI, en 2011 la participación del transporte público concesionado en hechos de tránsito en el Distrito Federal se ubicaba en 14.93%. La única manera de solucionar esta situación es a través de un sistema operativo que establezca estándares mínimos de servicio y controle la prestación del mismo.

 

Los datos anteriores son evidencia de la urgencia de construir un mejor transporte público para la Ciudad. Esto  será posible a través de la modernización de las unidades y la creación de un organismo de control que aglutine, coordine y vigile todos los sistemas de transporte del Distrito Federal.

 

La Ley de Movilidad mandata la creación del Sistema Integrado de Transporte Público (SIT), que permitirá la articulación física, operacional, de información, imagen y sistema de pago de todos los modos de transporte. Con la construcción del SIT se podrá ampliar la cobertura del transporte público, reducir los costos y tiempos de viaje que enfrentan los usuarios, y en general crear un transporte más cómodo, seguro y sencillo de utilizar.

 

Hoy Metro, Metrbús y Ecobici ya están integrados en su medio de pago, a través de la Tarjeta del Distrito Federal (TDF) y se han dado pasos en la integración física; ya existen 28 estaciones de Metro y 48 de Metrobús dentro de la zona Ecobici y los CETRAM están siendo modernizados para mejorar sus condiciones de conectividad. Sin embargo, con excepción de la integración física en CETRAMs (que por cierto suele ser muy deficiente), el transporte público concesionado no se encuentra articulado de ninguna forma con el resto de los sistemas.

 

El SIT avanzará en dos frentes. Por un lado, se construirán los esquemas normativos, financieros, económicos, tecnológicos y logísticos necesarios para la integración completa de todos los sistemas de transporte. Paralelamente se modernizarán las unidades y se ordenarán los corredores a fin de que el transporte público concesionado se encuentre en condiciones de ser integrado al Sistema.

 

Mientras el transporte público no tenga cobertura suficiente y no sea de calidad, no podemos realmente esperar que los ciudadanos dejen su coche y se desplacen de forma sustentable. El camino no es fácil ni corto, pero es una necesidad que debe cumplir la Ciudad hoy, para no colapsar mañana. Será necesaria la suma de voluntades del gobierno y la ciudadanía para hacer posible que este proyecto camine adecuadamente y logremos heredar una Ciudad vivible y a escala humana a las siguientes generaciones.

 

@LBallesterosM 

 

 

[1] Las mejores prácticas de seguridad vial a nivel internacional consideran que un accidente no es prevenible; un hecho de transito es prevenible.