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Venezuela: de lo malo a lo peor

Todo hombre que tiene en sus manos el poder, abusa de él sin reparos, hasta que no encuentra límites: Montesquieu

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Escrito en OPINIÓN el

Es momento idóneo para recordar la teoría de separación de poderes de Montesquieu, su lúcido pensamiento al respecto, se centraba en destacar que inevitablemente todo hombre que tiene en sus manos el poder, abusa de él sin reparos, hasta que no encuentra límites. De ahí que enunciara una de sus más famosas máximas, al señalar que para evitar este abuso de poder era necesario que “el poder frene el poder”.

 

El control reciproco de los poderes, es uno de los pilares en los que descansan los diseños constitucionales de los Estados democráticos. Es de prever que cuando esta columna se derrumba, la descomposición de todo el sistema es eminente. Esto está aconteciendo en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro inhabilitó a través del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), órgano controlado por el presidente, a la Asamblea Nacional, órgano legislativo unicameral de ese país, cuyos integrantes fueron elegidos democráticamente en las elecciones del 2015.

 

La anulación de las competencias de la Asamblea Nacional además de las atribuciones especiales ilimitadas concedidas a Maduro, en materia penal, civil, militar, económica, política y social ha provocado una escalada de cuestionamientos por parte de gobiernos y organizaciones internacionales, entre ellos México, quien a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores ha externado su condena ante dichos acontecimientos, no sin ser percibido nuevamente en el exterior como una actitud blanda e impasible. Lo anterior resulta comprensible si consideramos que pareciera que el bloque de países latinoamericanos sigue esperando que México se encuentre a la altura de los acontecimientos actuales, jugando un papel central y determinante, como debería ser, sin embargo, la realidad es muy distinta y no se ha recuperado la posición de liderazgo perdido desde hace muchos años en América Latina.

 

La ruptura del orden constitucional en Venezuela empero, es parte de una crónica anunciada, como lo percibimos en un artículo que sobre dicho país realizamos en el mes de mayo aquí en LA SILLA ROTA, en el cual apuntamos una serie de acontecimientos que daban cuenta de la situación de confrontamiento que se venía desatando entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo de ese país, debido principalmente a las constantes acciones represivas y violatorias de derechos fundamentales por parte de Nicolás Maduro para mantenerse en el poder, aún a costa de la voluntad popular.

 

La contienda del presidente venezolano adquiere un punto álgido debido al apoyo que la Asamblea Nacional de mayoría opositora otorgó al intento de la Organización de Estados Americanos de instrumentar la Carta Democrática Interamericana, misma que sus artículos 19 al 22, establece un mecanismo de acción colectiva por parte de los Estados miembros en caso de una “irrupción abrupta o irregular del proceso político institucional democrático”.

 

Ante este escenario intereses de toda índole aprovechan la situación para aprestarse a actuar, no cabe duda, el panorama es demoledor y las expectativas poco prometedoras. Platón describía la discordia entre los poderes de un Estado como campo propicio para una degradación constante “de lo malo a lo peor”, lo cual sin duda alguna, demuestra la plena vigencia de las reflexiones de los grandes pensadores políticos.

 

kopry.50@gmail.com

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