Main logo

Una nueva visión, una nueva Ciudad

La Ciudad tiene que cambiar y la Ley de Movilidad nos marca el camino: si queremos ser una Ciudad diferente, debemos gastar diferente.

Por
Escrito en OPINIÓN el


La Ley de Movilidad fue el primer paso en la construcción de una Ciudad con una nueva visión de escala humana. La Ley establece una nueva jerarquía en la que el peatón se coloca en el primer lugar, seguido por los ciclistas, el transporte público y, finalmente, el auto. El reconocimiento de la nueva jerarquía sienta la base para otra gran contribución de la ley: cambiar la forma en que se ejerce el gasto en infraestructura para la movilidad.

 

Bajo el esquema previo a la Ley, el dinero público que se invertía en la calle priorizaba la infraestructura para el automóvil. Ejemplo de esto fue la construcción de los segundos pisos que, de acuerdo con datos de la firma Steer Davis Gleave, tan sólo en la zona de Lomas de Chapultepec causó un incremento de hasta 34% en el tráfico vehicular debido al fenómeno de tráfico inducido.

 

La Ciudad tiene que cambiar y la Ley de Movilidad nos marca el camino: si queremos ser una Ciudad diferente, debemos gastar diferente. Tras décadas  de inversión en el automóvil, es tiempo de priorizar a los peatones, ciclistas y usuarios de transporte público, y para lograrlo deben efectuarse los cambios administrativos correspondientes. Debemos invertir para que todas las opciones de transporte sean seguras, eficientes y de calidad, de tal forma que el auto pueda convertirse en una opción y no una necesidad para la movilidad. Lo que hoy necesita la Ciudad no son más segundos pisos, sino cruceros seguros, banquetas más amplias, ciclovías o calles cicloincluyentes, reemplazo de la flota vehicular de transporte público, más líneas de Metrobús y Metro.

 

La Ley también estipula la creación del Sistema Integrado de Transporte (SIT) para lograr una política comprehensiva orientada hacia la mejora de la movilidad. El SIT permitirá que los diversos servicios de transporte de pasajeros se estructuren en una única red que reduzca los tiempos de traslado y simplifique la tarea de desplazarse de un lugar a otro. La integración de los servicios debe ser física, operacional, informativa, de imagen y tarifaria. Pero el segundo reto del SIT será integrar también a peatones y ciclistas a esta red, dándole a la movilidad una perspectiva mucho más amplia y ofreciendo calidad en cada parte del trayecto de una persona.

 

El Consejo Asesor de Movilidad y Seguridad Vial tendrá la misión de asesorar las acciones que lleve a cabo la Administración Pública en la materia. La mayor virtud del Consejo será la colaboración entre funcionarios del Gobierno del Distrito Federal y de la Asamblea Legislativa, titulares de organismos descentralizados de transporte público, representantes de universidades y de sociedad civil. El trabajo conjunto de actores de diversas trincheras, pero enfocados en un mismo fin que es el bienestar de la Ciudad, permitirá que las obras que están por venir puedan conciliarse con las nuevas jerarquías que define la Ley, y que las obras que ya se encuentran en curso puedan ser mejoradas de acuerdo con las nuevas exigencias de la legislación en materia de movilidad, encaminadas hacia la construcción de una Ciudad más humana para todos.

 

@LBallesterosM