A pesar de que en el imaginario colectivo se piensa que el matrimonio entre personas del mismo sexo es un tema superado, aún hay algunos estados de la República Mexicana donde sus leyes impiden a quienes tienen un vínculo afectivo con sus congéneres poder concretarlo de manera legal y gozar plenamente de sus derechos humanos. Una de esas entidades es el Estado de México, uno de los territorios más poblados de la nación, donde las garantías de las personas integrantes de las poblaciones LGBTTTIQ+ aún no son tangibles.
Este jueves pasado, en las puertas del Congreso del Estado se suscitaron una serie de actos violentos por parte de los cuerpos policíacos hacia las personas que acudieron al lugar para exigir la aprobación de las reformas correspondientes al Código Civil Mexiquense y permitir las uniones entre personas del mismo sexo. Forcejeos, golpes, empujones, insultos y demás fueron la respuesta recibida por las y los activistas con sus banderas multicolores a su legítima demanda.
Desde hace años, las organizaciones de la sociedad civil han tratado de impulsar la temática, sin embargo, este ha sido un tema no abordado por los gobernantes en turno, desde hace varios períodos gubernamentales, a pesar que, desde su trinchera política, de verde, blanco y rojo, han impulsado medidas similares en otros estados. Incluso algunos como el ex gobernador y ahora senador, Eruviel Ávila, han propuesto medidas a favor de la diversidad, pero en su período de gobierno estatal, jamás lo intentaron. Caso similar es el de Enrique Peña Nieto, quien como presidente de la República, hizo reuniones con los colectivos LGBTTTIQ+ en Los Pinos, pero en territorio mexiquense, jamás tuvo esa iniciativa.
En este contexto particular mexiquense, cabe recordar que varias autoridades eclesiásticas han externado comentarios como “Dios creo un Adán y una Eva, y nos dos Adanes o Dos Evas” del hasta hace cinco días, arzobispo de Toluca, Francisco Chavolla Ramos, quien hasta fue denunciado ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación por su discurso en contra de las poblaciones LGBTTTIQ+ en 2016, y nuevamente, en 2021, por considerar a los movimientos LGBTTTIQ+ como una “porquería”.
Mientras en el ámbito legislativo no hay nada concreto a favor de los derechos de las personas LGBTTTIQ+, en las localidades se han comenzado a elaborar estrategias locales para contrarrestar los rezagos estatales en la materia. En un hecho sin precedentes, en el marco del 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia, Lesbofobia, Bifobia y Transfobia, las y los titulares de las oficinas, departamentos o direcciones de Diversidad de distintos municipios mexiquenses se reunieron en Ecatepec de Morelos para comenzar a trazar una agenda en común.
Dedicado al análisis del tema de diversidad desde hace 15 años, quien escribe esta columna jamás había tenido conocimiento de un encuentro similar. Convocado por la Dirección de Diversidad y Atención a las Poblaciones LGBTTTIQ+ de Ecatepec de Morelos, conjuntó a sus similares de Apaxco, Coacalco, Ixtapaluca, Nezahualcóyotl, Tequixquiac y Valle de Chalco, así como organizaciones de la sociedad civil de Atizapán de Zaragoza, Teotihuacan y Tlalnepantla.
Uno de los acuerdos finales del encuentro fue generar convenios de colaboración para establecer áreas de trabajo común y encontrar áreas de oportunidad para fortalecer demandas y hacer una realidad al matrimonio igualitario o legislar en contra de los crímenes motivados por prejuicio o transfeminicidio, además de atender las necesidades de primera mano de las poblaciones LGBTTTIQ+ como la falta de acceso al empleo, servicios de salud libres de discriminación, acceso a la justicia.
En el mismo foro, se recordó que, por primera vez, y por decreto, se conmemoró el Día Municipal contra la Homofobia, Lesbofobia, Bifobia, Transfobia y discriminación por orientación sexual o identidad de género en el municipio ecatepense.
Las medidas anteriores son muy necesarias en un estado donde cada año se cometen entre cinco y siete crímenes de odio o transfeminicidios, y está entre los 10 más violentos hacia las personas LGBTTTIQ+ en todo el país, además de que, los rezagos existentes en materia de no discriminación e igualdad de oportunidades son latentes en cada una de estas localidades, pues, en general, el contexto sociocultural de nuestro país permite que 60 por ciento de las, los y les integrantes de este sector poblacional considere que no son respetados sus derechos o que son un objetivo de discriminación.
Como parte del debate del encuentro se concordó en que los municipios son ese reducto gubernamental de primer contacto con la ciudadanía que puede generar una transformación. Es decir, ir en sentido inverso a la lógica de las políticas públicas de proponerse a nivel nacional, y de manera paulatina, adoptarse en las instancias estatales y municipales. Iniciar con la experiencia cotidiana que se vive en los territorios municipales, para, a partir de ahí, construir propuestas de mayor alcance.