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Una geografía electoral homogénea

Revisar la geografía electoral implica establecer una relación con el número de ciudadanos que votan y el territorio en el que lo hacen.

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Escrito en OPINIÓN el

El INE completó hace unos días un proceso histórico al concluir con la integración territorial de las cinco circunscripciones plurinominales electorales federales en las que se divide el país, así como las correspondientes a los distritos electorales uninominales locales en la Ciudad de México, y en los estados de Oaxaca, Puebla y Sonora.

A partir de la reforma electoral del 2014, se dotó al INE de la facultad para realizar la demarcación de los distritos electorales federales y locales, con base en el último censo general de población, y los criterios generales determinados por la propia institución.

Es decir, la conclusión de los trabajos de redistritación a nivel nacional corresponden al ejercicio de una nueva facultad del INE, en la que además de la geografía federal, asumió las tareas que antes llevaban a cabo los organismos electorales locales.

Se trata de uno de los trabajos más relevantes previos a llevar a cabo una elección, ya que revisar la geografía electoral implica establecer una relación con el número de ciudadanos que votan y el territorio en el que lo hacen. La lógica detrás de esos trabajos técnicos es generar una mejor representación entre la distribución geográfica de los electores y los escaños o espacios de su representación política.

La geografía electoral representa el campo de batalla de una elección, y los movimientos poblacionales impactan naturalmente en la misma. Por esa razón, previo a la reforma, cada vez que se llevaba a cabo una redistritación ya sea federal o local, se libraba a la par una disputa paralela en los tribunales para determinar la legalidad de la misma.

Por esa razón, probablemente la mayor virtud de la nueva geografía electoral a nivel nacional está en que se incorporan los mismos criterios, parámetros y procedimientos en todos los distritos del país. Ello permite establecer de mejor manera comparativos entre distritos y votantes, y siguiendo la terminología acuñada en la Unión Americana, garantizar el principio de una cabeza, un voto.

Ya está lista la cancha para el 2018, ahora solamente faltan los jugadores.

@pacozorrilla