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Una elección controversial en Georgia

Las candidaturas punteras para la gubernatura de este estado de EU fueron la del republicano Brian Kemp y de la demócrata Stacey Abrams. | Francisco Zorrilla

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Escrito en OPINIÓN el

El martes 6 de noviembre concluyeron las elecciones intermedias en los Estados Unidos de América en las que fueron electos cientos de cargos a los congresos estatales, federales y algunas gubernaturas.

Naturalmente, la atención de los medios de comunicación se centró en la Cámara de Representantes y en el Senado debido a la importancia y el peso que tienen esos órganos políticos en la política nacional del país.

Sin embargo, también en los estados federados se presentaron casos interesantes que vale la pena revisar, como el del estado de Georgia, en el que las candidaturas punteras para la gubernatura fueron la del republicano Brian Kemp y de la demócrata Stacey Abrams.

Abrams buscaba ser la primera mujer afroamericana en convertirse en gobernadora de ese estado. Mientras que su contrincante, el republicano Kemp, ocupaba el cargo de Secretario de Estado, que entre otras funciones tiene a su cargo la organización de las elecciones estatales.

Previo a la elección se presentaron reclamos importantes por parte de los demócratas que pusieron bajo la lupa la política electoral restrictiva de Kemp. Concretamente se alegó que la dependencia a su cargo detuvo miles de solicitudes de votantes por aparentes incongruencias, además de cancelar masivamente registros de votantes inactivos.

El 32%de la población en Georgia es afroamericana y curiosamente de la lista de votantes suspendida por Kemp el 70% pertenecen a ese grupo racial.[1]

Las restricciones por cuestiones políticas o raciales no son poco frecuentes en los Estados Unidos, e incluso existe una amplia serie de casos que han sido resueltos por los tribunales de ese país sobre ese tema.

Hace unos días la candidata demócrata impugnó los comicios, lo que llevaría a retrasar la fecha de la entrega de la constancia de mayoría en favor de Kemp [2]

En nuestro país, desde el año 2007 se prohibió el uso de recursos públicos con fines electorales a los funcionarios públicos de todos los niveles, y las normas electorales establecen la obligación para algunos funcionarios públicos de separarse del encargo con cierta anticipación al día de la elección para evitar una intromisión innecesaria en los comicios.

Así también, contamos con instituciones electorales administrativas y electorales que no dependen orgánicamente del Poder Ejecutivo ni del Legislativo, a fin de evitar injerencias en los comicios electorales. Por ello en México no sería factible que funcionarios responsables de la elección participaran al mismo tiempo como candidatos en la misma.

Paradójicamente, quien ocupe la gubernatura de Georgia le corresponderá encabezar la futura redistritación del estado en el Congreso. Lo cual podría agravar todavía más las restricciones al voto en ese estado de la Unión Americana.

Miedo ante la incertidumbre

@pacozorrilla | @OpinionLSR | @lasillarota