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Un tren llamado deseo

Si deciden irse a instancias internacionales, los chinos calculan que pedirán 1,000 millones de dólares de compensación por cancelación de Tren rápido entre Querétaro y el Distrito Federal.

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Escrito en OPINIÓN el

El gobierno de China y sus estrategas están preparando una enérgica respuesta contra el gobierno de México; calculan que si los mexicanos les dan la espalda, como hasta ahora lo han hecho, podrían presentar una demanda por hasta 1,000 millones de dólares en contra de quien resulte responsable por la cancelación de la construcción del tren rápido entre Querétaro y el Distrito Federal.

 

El 6 de noviembre a las 23:00, tiempo de México, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, frenó la licitación del tren rápido que uniría el DF con Querétaro. Eran las 13:00 horas del 7 de noviembre en Beijing y los títulos de China Railway Construction Corporation comenzaron a desplomarse sin freno: perdieron casi 5% al conocerse la noticia, su mayor caída desde junio de 2013.

 

Tres días antes, Pablo Suárez Coello, director de Transporte Ferroviario y Multimodal, confirmó que el consorcio ganador estaba encabezado por China Railway y sus socios mexicanos: GIA, Prodemex, GHP y TEYA.

 

El costo de la obra, agregó la SCT, asciende a 50,820 millones de pesos. Eso era 16.6% más que los 43,580 millones de pesos que calcularon en abril.

 

Como les adelantamos en este espacio, China está pidiendo que se pague lo que se gastó en un inicio.

 

Unos días después que les platicamos de las conversaciones que se tenían al interior de las oficinas de gobierno involucradas, la Dirección General de Transporte Ferroviario y Multimodal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) confirmó que la petición de la potencia asiática estaba en sus manos.

 

La SCT recibió un escrito firmado por los representantes comunes del consorcio encabezado por China Railway Construction Corporation, relativo al pago de gastos no recuperables de la licitación pública internacional LO-009000988-I55-2014. Como les contamos en este espacio, China elaboró la petición formal de reclamo y aplicará todo su músculo para cobrar su dinero. Calculan que gastaron alrededor de 200 millones de pesos en la primera licitación fallida (pero creen que pueden pedir hasta 300 millones de pesos). Los quieren de regreso. Los quieren ya y están dispuestos a llevar el pleito a instancias internacionales.

 

Mis amigos chinos me dicen que están analizando la respuesta del gobierno mexicano y que están dispuestos a pelear si los ignoran. Si deciden irse a instancias internacionales calculan que pedirán 1,000 millones de dólares de compensación por todos los problemas que esta licitación les ocasionó. Enfocarán el pleito en la pérdida de valor de capitalización que sufrieron ante las noticias adversas que han recibido desde México. El desplome accionario y los reclamos de los accionistas entrarán en escena.

 

Medirán su poder, me cuentan, en la actitud que se tome con sus empresas. La que tienen en la mira en este momento es Huawei, los directivos de la empresa de tecnología está confiada en que el gobierno le cumplirá su palabra y no le afectará sus negocios en México. Aunque la gente que trabaja alrededor de los jefes, los que hacen los tratos con los mexicanos, sospechan que algo malo va a pasar.

 

Huawei es un termómetro de lo que puede venir, también la respuesta de la SCT ante la indemnización que, en este momento, negocian pacíficamente. Los socios de China Railway en México, por cierto, me dicen que ya se bajaron del tren que podría llevarlos a competir por la obra, en caso que deje de ser indefinida la suspensión de su construcción.

 

El tren se quedó en un simple deseo.

 

@takaink