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Un secretario de Estado vaticano “in absentia”

"Todo tiene su tiempo" Eclesiastés. Se va Tarcisio Bertone llega Pietro Parolin.

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Escrito en OPINIÓN el

El cardenal salesiano Tarcisio Bertone concluyó este martes 15 de octubre su cargo como secretario de Estado vaticano. Estuvo ahí siete años y 45 días ya que fue nombrado por su amigo Joseph Ratzinger el 15 de septiembre de 2006. Siempre se consideró el hombre más cercano a Benedicto XVI al grado de que muchos los consideramos con posibilidades reales de llegar al trono papal, sobretodo cuando fue nombrado –en 2007- cardenal Camarlengo. Bertone sufrió y aguanto las presiones de la poderosa curia; sobre todo de los vaticanleaks. ( Véase “Infidencias, rumores y cambios. 'Calientan' la sucesión de Benedicto XVI/Fred Álvarez, en Milenio Semanal # 767, 2012-07-21).

De alguna manera sigue el camino de su predecesor Ángelo Sodano, actual decano del colegio cardenalicio; ambos sirvieron a dos papas; ambos se retiraron del cargo a los 79 años de edad; ambos fueron ratificados para continuar en el cargo después de los 75 años; ambos aspiraron a ser los sucesores. Las estadísticas no les favorecieron. El último papa que fue Secretario de Estado fue el cardenal Eugenio Maria Giuseppe Giovanni Pacelli (1876-1958), fue elegido papa número 260 el 2 de marzo de 1939, y desempeñó ese cargo hasta su muerte en 1958. Adoptó el nombre de Pio XII.

En diciembre de 2009 Bertone cumplió 75 años de edad y como establece la legislación eclesiástica presentó su renuncia al cargo, pero su amigo el papa, mediante una carta con fecha del 15 de enero de 2010, le encomendó seguir desempeñando su cargo; igual sucedió con Ángelo Sodano, secretario de Juan Pablo II, quien debió haberse retirado en 2002 cuando cumplió 75 años, sin embargo, la dimisión no le fue aceptada. Al morir Juan Pablo II, Benedicto XVI lo ratifico en su encargo por unos meses más.

La diferencia entre Sodano y Bertone quizá sea que es el primero no asumió el cargo de Camarlengo; de hecho dicho cargo no había sido desempeñado simultáneamente desde que en 1978 lo fuera el cardenal Jean-Marie Villot, el cual se encargó de comprobar el fallecimiento de los papas Pablo VI y Juan Pablo I.

La despedida

Dijo Bertone al despedirse que le resulta “difícil esbozar un balance completo de los siete años que he estado junto al papa Benedicto XVI y por un breve pero intenso periodo de siete meses -¡siete meses!- junto al papa Francisco".  Agregó en su despedida que "la memoria de lo vivido es compartida con casi todos los presentes porque juntos hemos trabajado en distintas responsabilidades con dedicación y a veces con sacrificio. Y por todo os doy las gracias".

Le dijo al papa jesuita: “La escucha, la ternura, la misericordia, son hechos estupendos que he experimentado personalmente con usted, santo padre, en la multiplicidad de las conversaciones, en los gestos, en las sorpresas de las llamadas, en las tareas que me ha asignado”.

En su discurso Bertone, además de recorrer los puntos más importantes del Pontificado de su amigo Benedicto XVI dijo: “Hoy veo en el Papa Francisco no tanto una revolución sino una continuidad con el Papa Benedicto XVI, aunque con diversidad de acentos y segmentos de vida personal... La escucha, la ternura, la misericordia, son hechos estupendos que he experimentado personalmente con usted, Santo Padre, en los múltiples coloquios, en los gestos, en las sorpresas de las llamadas telefónicas, en las tareas que me ha asignado. ¡Gracias papa Francisco por su benevolencia!”.

El cardenal salesiano y hoy Camarlengo finalizó deseando a su sucesor –Mons. Pietro Parolin- que pueda “deshacer pronto los nudos que todavía impiden a la Iglesia de ser en Cristo, el corazón del mundo, horizonte deseado e invocado incesantemente”.

¿Cuales son esos nudos? Por cierto.

Parolin en el hospital

Pero por motivos de salud, el cambio en el mando se llevó a cabo, sin la presencia del nuevo titular.

El papa Francisco lo agradeció por el servicio ofrecido a Bertone y dijo que siempre había visto en él “sobre todo al salesiano”.

Dijo Francisco, textual.

“Querido cardenal Tarcisio, creo interpretar también el pensamiento de mi amado predecesor Benedicto XVI al presentarle el más vivo agradecimiento por el trabajo desempeñado en estos años. Veo en Usted, ante todo, al hijo de Don Bosco. Todos estamos marcados por nuestra historia. Pensando en su largo servicio a la Iglesia, desde la enseñanza, como en el ministerio de obispo diocesano y en el trabajo en la Curia, hasta el cargo de Secretario de Estado, me parece que la característica sea siempre la vocación salesiana que ... le ha llevado a desempeñar todos las tareas con profundo amor a la Iglesia, gran generosidad y con esa típica mezcla salesiana que une un sincero espíritu de obediencia a una gran libertad de iniciativa e inventiva personal”.

El papa subrayó “la actitud de fidelidad incondicional y de lealtad absoluta a Pedro, que ha sido una característica distintiva de su mandato como Secretario de Estado tanto hacia Benedicto XVI como conmigo estos meses. Lo he notado en diversas ocasiones y se lo agradezco profundamente”.

Al final, Bergoglio agradeció a Monseñor Parolin: “Y con estos pensamientos, damos también, “in absentia”, la bienvenida más cordial al nuevo Secretario. El conoce muy bien a la familia de la Secretaría de Estado, ha trabajado aquí tantos años, con dedicación y competencia y con esa capacidad de diálogo y de trato humano que lo caracterizan. De alguna manera será como “volver a casa”.

Asimismo por voluntad papal se reserva la naturaleza de la operación de Monseñor Parolin. El nuevo Secretario de Estado, explicó el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Federico Lombardi, asumirá en breve su nuevo cargo y explicó que "tal y como dijo el papa, no debe tratarse de nada grave porque en unas semanas estará bien". Y añadió también que la Santa Sede no pretende revelar ni el hospital, en la región en donde se encuentra el ex-nuncio de Venezuela.

Pero la Secretaría de Estado sigue funcionando.

El mismo día que el papa Francisco nombró a Parolin también confirmó en sus cargos a Giovanni Angelo Becciu, Sustituto para los Asuntos Generales; a Dominique Mambertí, Secretario para las Relaciones con los Estados; a Georg Gänswein, Prefecto de la Prefectura de la Casa Pontificia; a Peter Wells, Asesor para los Asuntos Generales; y a Monseñor Antoine Camilleri, Subsecretario para las Relaciones con los Estados.

O sea Francisco no dejó que Parolin hiciera nombramientos.

Al margen

Quién es el que se va y quién el que llega.

¿Pietro Parolin?

Es originario de Schiavon, Italia, donde nació el 17 de enero de 1955 en una familia de clase media.

Pietro fue monaguillo en la parroquia del lugar y en 1969, a los 14 años, entró al seminario de Vicenza, donde inició los estudios de Filosofía y Teología. En 1980 fue ordenado sacerdote y enviado como vicario parroquial a la parroquia de la Santísima Trinidad de Schio.

En 1982, dos años después, comenzó los estudios de Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana.

Un año después, en 983 ingresó en la Pontificia Academia Eclesiástica.

En 1986 obtuvo la licenciatura en Derecho Canónico; poco después fue enviado a la Nunciatura de Nigeria (1986–1989) y a México (1989-1992).

Su paso por México fue clave e hizo que a su vuelta a la Santa Sede en 1992, se le encomendaran tareas muy importantes; en nuestro país participó activamente en la visita de Juan Pablo II a México en mayo de 1990.

Fue discípulo de Prigione, primer nuncio en México; de hecho fue su consejero o secretario.

En una entrevista en 2007 (Reforma) evocó su paso por la delegación apostólica en México, y dijo que formó parte de las negociaciones para el establecimiento de relaciones diplomáticas. "No se me borrarán de la mente los sentimientos y los estados de ánimo de ese periodo que oscilaban entre la esperanza y la incertidumbre, entre la satisfacción por los avances obtenidos y los problemas que a menudo surgían".

Diez años después  -en 2002-, fue nombrado Subsecretario de la segunda sección de la Secretaría de Estado, ocupándose, por tanto, de las relaciones con los Estados, área en la que impulsó conversaciones y reanudación de las relaciones con estados orientales y africanos.

Hizo un buen papel en esa posición y adquirió un gran prestigio por su trabajo como diplomático, especialmente por su labor con China y Vietnam.

El 17 de agosto de 2009, fue nombrado Nuncio Apostólico en Venezuela y ordenado Arzobispo  el 12 de septiembre de 2009. Los cardenales Tarcisio Bertone y William Levada actuaron como co-consagrantes.

Se esperaba que la tarea de Parolin fuese difícil, ya que los conflictos entre el Estado y la Iglesia católica en Venezuela estaban en la cima cuando el ex presidente Hugo Chávez intentó avanzar en su revolución socialista.

Fue elegido por Francisco no solo por su trayectoria diplomática “sino también porque es un buen sacerdote”. Y claro que ese nombramiento lo coloca como papable.

A Parolin le tocará concretar la profunda reforma en la Curia vaticana, que tanta falta hace.

Dice el periódico español El Mundo que quienes lo conocen lo describen como muy trabajador y profundamente discreto, dos cualidades fundamentales para ejercer como 'número dos'.

Su nombramiento era uno de los más esperados desde el inicio del pontificado del papa Francisco.

La mala señal es que no tomo posesión; una enfermedad se lo impidió.

(Perfil tomado de: ¿Hacia una nueva Curia vaticana?/Fred Alvarez Publicado en la revista Código Topo, 7 de octubre de 2013).

El que se va....

Tarcisio Bertone

Es primero que nada salesiano y fue Arzobispo de Génova, Italia.

Es Piamontés,  tiene 79 años nació el 2 de diciembre de 1934 en la localidad de Romano Canovese, en Turín, Italia, quinto de una familia de ocho hijos.

Ordenado sacerdote en julio de 1960, se doctoró en Derecho Público Eclesiástico, Teología Moral y Derecho canónico, materia esta última que enseñó durante años en la Pontificia Universidad Salesiana de Roma, de que en 1989 fue nombrado rector.

El 1 de agosto de 1991 Juan Pablo II le nombró arzobispo de Vercelli y el 13 de junio de 1995 secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe; estuvo en el cargo siete años, de allí su cercanía con Jospeh Ratzinger; de hecho juntos estudiaron la documentación sobre los escándalos relaciones con abusos sexuales protagonizados por sacerdotes y prelados estadounidenses.

Durante el Jubileo del año 2000 Juan Pablo II le encargo ocuparse de la publicación de la tercera parte del 'secreto' de Fátima.

En 2002 fue designado arzobispo de Génova, en sustitución de Dioniggi Tettamanzi:

Un año después, en octubre de 2003 Juan Pablo II le nombró cardenal en el consistorio del 21 de octubre de 2003 con el título de Santa María Ausiliatrice en vía Tuscolana.

Bertone, conserva todavía el cargo de cardenal Camarlengo

¿Qué es un secretario de Estado Vaticano?

Es el primer colaborador del papa y es el jefe de la Secretaría de Estado, el dicasterio más importante de la Curia, que organiza, hace los nombramientos y dirige las actividades de los otros dicasterios o ministerios.

El papa está por encima de la Curia, por lo tanto secretario de estado es el número uno de este órgano de gobierno. El número dos de la Secretaría de Estado es el ‘sustituto’, Mons. Angelo Becciu’, y el número tres, el ‘secretario de las Relaciones con los Estados’, Mons. Dominique Mambertí (o ministro de exteriores).

El secretario de Estado se reúne con el papa por lo menos tres días por semana, según la agenda. Además es jefe de la Curia Romana y por lo tanto preside las reuniones que se realizan con los jefes de los dicasterios, a no ser que el papa quiera presidir estas reuniones personalmente; estas reuniones no tienen fecha fija y se realizan cuando son convocadas, dos a tres veces por año.

La Secretaría de Estado, durante la sede vacante es responsable de las relaciones de la Santa Sede y su secretario de estado, que decae de su cargo con la muerte del papa, asume algunas funciones de jefe de Estado como parte de una comisión temporánea.

 

@fredalvarez