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Un ejemplo de liderazgo

Raúl Rodríguez Barocio es un ejemplo de liderazgo en el espacio binacional ha tejido lazos entre México y Estados Unidos

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Escrito en OPINIÓN el

Esta semana tuve el gusto de asistir al evento anual que tiene la Embajada Mexicana en Washington para el Cinco de Mayo, una fecha de mayor trascendencia en este país que en México, y que se ha vuelto una especie de celebración de los lazos entre México y los mexicano-americanos. En el evento de este año, se entregó el reconocimiento Ohtli, uno de los homenajes más importantes que el gobierno mexicano hace hacia extranjeros que mantienen lazos con México, a tres mexicano-americanos muy destacados, la periodista y activista de voto latino María Teresa Kumar, el empresario y promotor cultural latino Félix Sánchez y el empresario, funcionario y filántropo Raúl Rodríguez Barocio.

 

Ellos merecen este premio por distintas razones ligada a la contribución que han hecho a la comunidad latina en los Estados Unidos y el entendimiento entre México y Estados Unidos, pero quisiera destacar en especial a Raúl Rodríguez Barocio, a quien he tenido el gusto de conocer desde hace muchos años y me parece un ejemplo de cómo se están construyendo cada vez más lazos entre los dos países de formas muy creativas. Rodríguez Barocio ha sido promotor y líder de este esfuerzo a través de su vida, siempre ha buscado construir puentes entre sus dos países.

 

Nacido en Tamaulipas y formado en escuelas superiores en México y Estados Unidos (Tec de Monterrey y Harvard), Rodríguez Barocio fue por algunos años un alto funcionario del gobierno mexicano en asuntos de comercio internacional y fue nombrado en el año 2000 como director general del Banco de Desarrollo para América del Norte en San Antonio, un papel que usó para consolidar esta institución única que busca fortalecer el desarrollo y el medio ambiente en las comunidades fronterizas. Fue durante su gestión que el NADBank empezó a rendir frutos como un esfuerzo binacional que poco a poco ha ido transformando la infraestructura, las condiciones sanitarias y el manejo de los recursos naturales en la frontera compartida.

 

Quedándose a vivir en San Antonio, Rodríguez se volvió un consultor buscado por empresas de ambos lados de la frontera que querían aprender a manejar el espacio binacional. Ayudó a fundar un centro importante sobre estudios de América del Norte en la Universidad Estatal de Arizona, la universidad más grande de Estados Unidos. Participó en otros esfuerzos binacionales, incluyendo el Consejo del Instituto México del Centro Woodrow Wilson y el Consejo de la Fundación México-Estados Unidos, y fue nombrado en recientes años el encargado de relaciones internacionales del Tec de Monterrey. Ahora, como presidente del Consejo de la Fundación México-Estados Unidos, contribuye a favor de comunidades en ambos lados de la frontera y esfuerzos especiales para los soñadores - jóvenes indocumentados mexicanos en Estados Unidos - y para los llamados "otros soñadores" -los jóvenes mexicanos que crecieron en Estados Unidos pero regresaron a vivir en México-, dos grupos importantes que constituyen un puente entre los dos países, si bien encuentran retos importantes para insertarse en ambos.

 

En su discurso al recibir el reconocimiento Ohtli, Raúl Rodriguez Barocio comentó sobre su propia familia binacional, que incluye ciudadanos de ambos países y ahora algunos con doble nacionalidad. Y enfatizó lo entrelazado que están estos dos países vecinos, sus dos países, que no pueden imaginar su futuro el uno sin el otro. Raúl Rodríguez Barocio es un ejemplo de liderazgo en el espacio binacional, que ha usado sus conocimientos y esfuerzos para tejer lazos entre personas y organizaciones de los dos lados de la frontera, para visualizar juntos un mejor futuro.

 

@SeleeAndrew

@OpinionLSR