Hoy inicia el último mes de campaña y lo que parecía sería un triunfo rotundo de López Obrador empieza a tomar forma de lo que será su tercera derrota en elecciones presidenciales. Seguramente esta afirmación genera dudas en el ojo del lector que ha visto a AMLO hacer campaña durante más de dos décadas, pero las señales son muchas:
· En primer lugar, Morena ha montado una campaña de ataques y de desprestigio contra Anaya. Esto quiere decir que ya lo ven muy cerca y su discurso pacífico se dejó atrás para caer en descalificaciones burdas para intentar frenar el crecimiento de Anaya.
· Es tan en serio el tema de las descalificaciones que la Presidenta de Morena mandó construir un sitio de internet (que a su vez es a lo que le da más importancia en lugar y promoción de sus redes sociales) para atacar a Anaya.
· Por otro lado, la caída y prácticamente desaparición de Meade y la total falta de posibilidad de que el PRI gane también dice mucho. Sin desdeñar que el PRI ya tiene un pacto de impunidad con Morena, el votante libre del PRI, el que ve en su opción política estabilidad y certidumbre económica, a pesar de la evidente corrupción, no va a votar por Morena.
· La batalla innecesaria que ha protagonizado López Obrado durante el último mes con los empresarios. Aquí rompió con la principal ventaja que tenía al empezar la contienda que era simplemente que por primera vez había dado una imagen de que si llegaba a ser presidente habría estabilidad económica y seguridad institucional para los inversionistas… Del error ya se dieron cuenta y están intentando que su empresario a fin, el señor Romo, haga una operación cicatriz.
· La salida de Margarita Zavala de la contienda también es un símbolo que favorece el crecimiento de Anaya. Margarita no tiene que hacer una declinación por alguien para que la mayor parte de sus votantes elijan a Anaya y al PAN; tampoco tiene que declinar por el Bronco para que una pequeña parte de sus votantes (esos que ven el concepto “independiente” como si fuera un partido) lo apoyen… y tampoco tiene que declinar por Meade para saber que Lozano, Cordero e incluso Calderón lo apoyarían… bueno lo están apoyando desde hace mucho… En el caso de López Obrador no le beneficia en nada, o al menos en prácticamente nada; después de oír al llamado “calderonismo” combatir como principal enemigo a López Obrador durante más de una década, es complicado encontrar afinidades.
· El desempeño en los dos debates dejó en claro que AMLO no es una persona que conozca los temas a profundidad… es un político de la vieja guardia y se rodea de personas de la vieja guardia… es el perfil del porro que encabeza huelgas y grita consignas. El perfil de Anaya (y también el de Meade) representa otra generación; una que además de ganar votos tiene conocimiento técnico y preparación académica. Mientras López Obrador, en su viejo estilo, busca convencer con retórica y con la repetición de frases; Anaya, en el polo opuesto, busca convencer desde una visión sustentada y documentada; para entenderlo más fácil: mientras López Obrador expresa sus propuestas de forma general y sin poder dar mayor detalle, Anaya expone, da cifras, da ejemplos internacionales y además explica porqué falla actualmente…
Las tendencias seguirán cambiando y seguramente el voto útil dará el último empujón.