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UE, libertad de tránsito y el futuro tras atentado en París

La libre movilidad por Europa es un objetivo básico de la Unión.

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Escrito en OPINIÓN el

La integración del Continente Europeo es un ejercicio que nadie puede negar que ha sido exitoso, si lo analizamos desde el punto de vista de su objetivo que en los años 50 se propusieron los padres fundadores de la CECA –Comunidad Económica del Carbón y el Acero- antecedente de la integración que el continente europeo vive hoy día, “evitar nuevamente una conflagración en el continente europeo y promover el bienestar de las naciones por medio de la integración económica-comercial”; a nadie le queda duda que estos propósitos se han logrado de forma importante en los 28 países que hoy día la conforman, pero también queda claro que hay mucho que hacer hacia el futuro.

 

En estas décadas, desde la CECA, la conformación de la Comunidad Económica Europea, la Comunidad Europea y hoy Unión Europea se ha logrado consolidar las cuatro libertades del mercado común: Libertad de tránsito de capitales, servicios, mercancías y personas.

 

La libre movilidad por Europa es un objetivo básico de la Unión. Se ha constituido como un derecho fundamental de los ciudadanos europeos que ahora ha tomado importancia tras los ataques terroristas del pasado viernes 13 de noviembre en Francia.

 

Esta libertad que es esencial en la construcción del bloque económico más poderoso por su Producto Interno Bruto (PIB) del mundo, del donador más grande del planeta en ayudas para el desarrollo, se pone en la mesa por parte del Presidente francés Francois Hollande sobre la conveniencia de restringir la libertad de tránsito de personas entre los países miembros de la Unión, es decir analizar la conveniencia de instaurar las fronteras internas de los Estados miembro, con el propósito de controlar la entrada y salida de personas no importando si son ciudadanos de terceros países o del mismo bloque.

 

La posición francesa nos lleva a preguntarnos si las fronteras exteriores de la Unión Europea han fallado en la adopción de medidas y regulaciones que tienen como objetivo el control de personas en el cruce de las fronteras.

 

A partir de estos acontecimientos y las permanentes amenazas, la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea (FRONTEX) será reforzada con presupuesto, personal y ante todo que coordine de mejor manera la cooperación entre los países miembros en la formación de los guardias fronterizos, llevar a cabo un análisis profundo de  los riesgos y de establecer normas comunes que permitan identificar posibles terroristas del Estado Islámico pero lo más apremiante identificar aquellos europeos que se estén enlistando en ISIS y regresen a sus países de origen a llevar a cabo estos ataques, cuestión que representa una inteligencia policial de primer orden.

 

Los atentados en París, Francia, hay que entenderlos de forma amplia en un  contexto de una organización de Estados (28 países) -que no es una organización internacional, pero tampoco se le puede comparar a un país-, que cuentan con un marco jurídico que impacta a 500 millones de habitantes y que día tras día sus decisiones son reguladas en setenta por ciento (según especialistas) por organizaciones supranacionales como la Comisión Europea, Parlamento Europeo, Consejo de Europa, entre otras.

 

Por lo anterior, no podemos limitar el análisis de los impactos de los atentados sólo a una ciudad o país, tenemos que verlo de una forma amplia que involucra a casi una treintena de países europeos y que el mismo presidente Francois Hollande ha reconocido que algunos de los terroristas involucrados son franceses y belgas, es decir ciudadanos de la Unión Europea, cuestión que refuerza la idea del Presidente de analizar la puesta en marcha de algún control aduanero interno en las fronteras comunes.

 

Estos ataques también han traído declaraciones de índole económica como las declaración de Ignazio Visco, miembro del Consejo del Banco Central Europeo quien afirmó el jueves pasado que “los ataques pueden tener una repercusión en la frágil recuperación económica en el Viejo Continente” y otra declaración más optimista que señala “los ataques… no afectarán la recuperación económica en Francia y Europa” del Comisario de Economía de la Unión Europea Pierre Moscovici.

 

El impacto de esta nueva realidad que vive la Unión Europea lo veremos traducido en números en los próximos meses y en políticas mucho más proteccionistas en cuanto al libre tránsito de personas.

 

@VMprudencio