Los que están en una situación crítica son los industriales del juguete mexicano, quienes registran un desplome en ventas superior a 40%. La expectativa de los empresarios era recuperar parte de lo perdido durante la época navideña que va del 10 de diciembre al 6 de enero, sin embargo el regreso al semáforo rojo en la Ciudad de México y en el Estado de México frustró sus planes.
De acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (AMIJU), el 2020 se recordará como uno de los peores años para el sector, ya que aunque las ventas on line repuntaron hasta 300%, éstas representan entre 17 y 18% de los ingresos totales; el 80% de los consumos se llevan a cabo en centros comerciales y tiendas departamentales.
Nos cuentan que la segunda ola confinamiento y la parálisis empresarial por el covid-19 puso en jaque a decenas de fabricantes de juguetes mexicanos, incluso, ya expusieron su grave situación a funcionarios de la Secretaría de Economía, quienes se comprometieron a explorar alternativas para apoyar al sector, sin embargo, hasta ahora no hay una respuesta o un plan concreto por parte del gobierno federal.
Después de meses complicados, los industriales preveían recuperar por lo menos la mitad -cerca de 20%- de las ventas que perdieron entre marzo y noviembre, expectativa que se desplomó por la nueva restricción para la apertura de comercios no esenciales y que terminará hasta el próximo 10 de enero, si la situación sanitaria lo permite.
A pesar de las malas noticias, el Tratado de Libre Comercio (T-MEC) abre una oportunidad para los productores nacionales, ya que Estados Unidos consume 30,000 millones de dólares al año, lo que obligará a muchas compañías a voltear hacia el vecino del norte; esta buena expectativa crece ante las crecientes diferencias comerciales entre la Unión Americana y China.
Buscan frenar reformas al Banxico
Hace unas semanas le comentamos en este espacio que el equipo del senador Ricardo Monreal prepara dos iniciativas que no le gustarán nada al Banco de México.
La primera tiene que ver con el Mandato Dual, la que obligaría al Instituto Central a tener un papel más activo en el desarrollo económico nacional, es decir, que sus funciones no sólo se limiten a la política monetaria y el control de la inflación.
La otra reforma que es una petición expresa del presidente López Obrador se relaciona con la entrega anticipada del remanente que registra cada año el Banxico al gobierno federal.
La idea de ampliar las facultades del Banxico tal como ocurre en países como Estados Unidos, Suiza, Australia y Nueva Zelanda no termina de convencer a muchos de los altos mandos del Instituto Central, incluso, analizan la posibilidad de frenar esta iniciativa antes de que se presente en el próximo periodo de sesiones del Congreso que iniciará el primero de febrero.
En lo que respecta al remanente del Banco de México, la intención es que ésta se entregue al gobierno dos o tres meses de la fecha habitual, que es en abril, y que se puedan hacer excepciones cuando ocurra alguna contingencia importante, como la actual emergencia sanitaria.
Así las cosas…