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Trasciende papel de la mujer en el gobierno

Institucionalizar la perspectiva de género ayuda a reducir la inequidad que vulnera a la mujer. | César Cravioto

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Escrito en OPINIÓN el

Fue en 1975 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró esa fecha como el Año Internacional de la Mujer y decidió convocar a una Conferencia Mundial, con sede en México, con el fin de reunir a los países comprometidos para plantear estrategias comunes para avanzar en la igualdad de derechos y participación de la mujer.

Después de cinco años de trabajo se aprobó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. 

El gobierno de México se comprometió internacionalmente a realizar acciones tendientes a reducir la inequidad que vulnera a la mujer, mediante la institucionalización de la perspectiva de género. 

En virtud de lo anterior, durante las últimas décadas se ha desplegado un conjunto de acciones fundamentales para garantizar a las mujeres de manera equitativa a las oportunidades sociales, económicas, políticas, laborales, educativas, culturales y de salud, entre otras, con la finalidad de eliminar la posición de desventaja social y vulnerabilidad de las mujeres, lo cual limita sus potencialidades y su desarrollo económico y social, como apunta la tesis “La Institucionalización del Género en México”, de Sandra Carmona de la Universidad de Nuevo Léon.

En pro de estas acciones, y como uno de los legados que deja la Ciudad de México, la doctora Beatriz Gutiérrez Müller, presidenta del Consejo de la Memoria Histórica y Cultural de México; la doctora Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y otras relevantes mujeres del gabinete federal y capitalino develaron cuatro estatuas en el Paseo de las Heroínas en la Avenida Reforma como reconocimiento no sólo por ser mujeres y haber abierto camino, sino por representar, desde la difícil posición que tenían, una historia de independencia, de libertad y justicia para el pueblo. 

Las efigies develadas fueron de Sara Pérez Romero, reconocida maderista y activista; Juana Belén Gutiérrez Chávez, feminista, periodista y luchadora revolucionaria; Carmen Serdán Alatriste, una de las principales precursoras de la Revolución Mexicana, y Matilde Montoya Lafragua, precursora del feminismo en el país, y primera mujer en graduarse en medicina en 1887, a la que alguna vez los sectores más radicales de la época calificaron de impúdica y peligrosa, pues “debe ser perversa la mujer que quiere estudiar Medicina, para ver cadáveres de hombres desnudos”.

Para la doctora escritora y académica Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, se trata de un reconocimiento a las mujeres que “nos precedieron desde el siglo XX luchando por un país libre, democrático, de derechos, justo, fraterno e igualitario (…) dignas de ser aplaudidas por siempre”.

La doctora Claudia Sheinbaum, destacó a su vez, el papel de las mujeres en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, entre ellas el de la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez a quien definió como “un símbolo, una mujer que nos representa a todas, no sólo por su historia al ser una periodista ejemplar, sino por su participación en el gobierno”.

“Por primera vez se tiene un gabinete federal paritario, con mujeres al frente no sólo de la Secretaría de la Mujer, como normalmente sucede, sino en los principales espacios de la administración Federal”. 

Ernestina Godoy, Fiscal General de Justicia de la Ciudad de México, Alejandra Frausto, Secretaria de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México, y Nashielli Ramírez, titular de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, dieron fe y reafirmaron lo anterior con su relevante presencia en la develación.

La administración de la doctora Sheinbaum  Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México no sólo se distingue por hacer visibles a las mujeres históricas de nuestro país, sino porque los monumentos, las estatuas, y los nombres de las calles de la Ciudad de México son legados que dejará para las futuras generaciones en honor a las Mujeres Forjadoras de la Patria.

Otro dato interesante es que las artistas de las 14 obras que conformarán el Paseo de las Heroínas son todas mujeres escultoras. Ellas son: Gabriela Ponzanelli; Regina Gatsi, Dafne Quiñones, María Maciel, Irasema Anzures, Socorro López, Paloma Torres, y Edysa Ponzalelli, (Edisa Carrillo Rose).

Y es que, el que no hubiera esculturas de mujeres sobre el Paseo de la Reforma representaba: “una violencia que somete y determina un presente, pero también aniquila el futuro. El silencio histórico se vuelve un anca que invita a la complicidad y dificulta el cambio”, como considera la doctora Sheinbaum. 

En nuestros días es común que las mujeres desarrollen su profesión, gracias a aquellas mexicanas que lucharon por su libertad, la expresión de sus capacidades, y rompieron los paradigmas de la vida pública a partir de sus profundas convicciones democráticas en pro de la libertad, la justicia social y la construcción de un mejor país en un tiempo en que todo lo anterior era “cosa de hombres”.

“Tiren con valor, que muero por mi Patria”, decía la revolucionaria mexicana Carmen Serdán Alatriste, (1875-1948), una de las mujeres develadas, y hoy plantada firme sobre Paseo de la Reforma.