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Tragedia neoliberal

Todos los delincuentes deben estar en el lugar que se merecen: la cárcel y si hay que construir más pues hay que invertir en eso. | José Luis Castillejos

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Escrito en OPINIÓN el

El salario mínimo en México, que es más bajo que en Centroamérica, es una "tragedia" del modelo neoliberal. Debieron transcurrir seis sexenios para que el ingreso más bajo que obtienen los mexicanos aumentara 16 por ciento.

“Qué buenos técnicos, qué buenos economistas, qué eficientes, qué comprometidos con los humildes y desposeídos fueron quienes gobernaron en los últimos 36 años”, ironizó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

La situación de los mexicanos cada vez es más precaria. Lo poco que ganan medio alcanza para cubrir la canasta básica.

En las últimas décadas se ha perdido aceleradamente el poder adquisitivo y hoy millones de mexicanos subsisten casi en la pobreza pese a los actuales esfuerzos gubernamentales por cambiar el rumbo.

Se dio un buen paso con el aumento al salario mínimo en 16 puntos porcentuales, según AMLO. La cifra, sin embargo, es insuficiente para rescatar a los mexicanos del hoyo en que se encuentran.

Hubo años que en vez de aumentar, el salario disminuyó. En términos reales perdió el 70 por ciento el poder de compras.

México tiene los salarios más bajos del mundo y está por debajo de lo que se gana en las naciones de América Central.

“Tenemos que remontar el atraso. Nunca jamás el salario debe quedarse por abajo de la inflación para recuperar su poder adquisitivo”, enfatizó en diálogo con periodistas.

El promedio del salario de los asegurados en el IMSS es el más alto en muchos años. Si hay mejoras y más ingresos pero si no se hace nada por frenar la inflación pues no hay mejoras, opinó.

López Obrador que recibe cotidianamente miles de críticas en las redes sociales asegura que está buscando las formas de mejorar la situación de los mexicanos.

Sin embargo, la locomotora del cambio que arrancó hace varios meses aún no tiene arrastre. Sigue medio anclada y no se desplaza por los rieles de la promesa presidencial de cambiar y transformar el país.

En el proyecto de ley que el Ejecutivo remitirá al Congreso el 8 de septiembre se harán las proyecciones para mejorar los ingresos de los mexicanos, el tipo de cambio, crecimiento, inflación. Es algo estratégico que mejoren los salarios, de acuerdo con AMLO.

Efectivamente, el país ya no aguanta más con la ola de despidos que se vienen dando y los bajos salarios en el aparato gubernamental.

Frente a esas críticas, AMLO asegura que se van a revisar los salarios de los servidores de la Nación.

Pero aclaró, que el gobierno no es para ganar sueldos elevados. “Quien quiera ganar mucho que vaya al sector privado ya que el Gobierno no es El lugar. Ya que en el Gobierno es aprender a vivir en la justa medianía”.

Desde hace años muchos viven por debajo de la medianía, con enormes deudas, sin poder desarrollarse y en precarias viviendas. Somos el tercer mundo pues y por más que se dijo, en 1994, que México entraba al primer mundo con el TLC, la realidad es otra.

Cada día millones de mexicanos deben irse a dormir sin probar alimentos.

He recorrido en los últimos días varios hospitales y he corroborado que las personas no pueden comprar sus medicamentos. Si alguien va a un hospital del gobierno Federal o Estatal debe pagar por sus medicamentos que no aparecen en el cuadro básico.

En Chiapas he observado a mujeres pobres deambular por los hospitales buscando la atención médica. La reciben pero algunas consultas deben pagarlas y sus escasos recursos no les permiten realizar estudios de sus familiares enfermos.

El problema nacional es que hubo en el pasado reciente un gran huachicoleo de las arcas. Se llevaron todo y no están en la cárcel los responsables.

Si el presidente Andrés Manuel López Obrador realmente quiere apoyar a los mexicanos y desarrollar el país que empiece por incautar propiedades no sólo a narcotraficantes sino a políticos corruptos cuyos niveles de vida son un escándalo.

Hay casos de vergüenza nacional. Ex gobernadores como el de Chiapas, Manuel Velasco Coello debieran ser llamados a cuentas y sus propiedades, si se les prueba que robaron, pasar a la Fiscalía General de la República para que esos fondos vayan a programas sociales, mejoras de hospitales, construcción de escuelas, carreteras, y ayuda a las comunidades pobres del país.

Sólo así creeremos que la Cuarta Transformación va en serio porque al igual que la extracción de combustible o huachicoleo que es un delito grave y no hay derecho de fianza, así también debe suceder con los ladrones de cuello y corbata que robaron al Estado.

Es tiempo, presidente López Obrador, que envíe sendos mensajes para que no se repitan las prácticas del huachicoleo financiero.

Que se sepa de una vez por todas que es delito grave y que al igual que los ladrones de gasolina, los mandos altos y medios de la clase política no se dejen encampanar por la versión de que no pasará nada.

Todos los delincuentes deben estar en el lugar que se merecen: la cárcel y si hay que construir más pues hay que invertir en eso y que no se sigan robando el futuro de México.

Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Tabasco, entre otros Estados donde hubo escandalosos actos de apropiación ilícita de dineros de la Federación siguen a la espera que la 4T efectivamente llegue y se mande a la cárcel a ladronzuelos que se convirtieron en virreyes.

Ya no más tragedia neoliberal, presidente.

Usted y nadie más, tiene la palabra.