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Todos tienen sus propios datos

Quizá es momento de comenzar a pensar en cerrar filas, dejar a un lado nuestros datos y trabajar del brazo para salir adelante. | Ismael Jiménez

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Escrito en OPINIÓN el

La contingencia sanitaria, ha servido de ariete para aquellos, que todos los días, se afanan en desacreditar a un gobierno que detestan con profundo encono. El covid-19, solo es un pretexto más, para arremeter contra la 4T.

Hay que decirlo, para estas alturas, ya no importa si mueren mil o un millón de mexicanos por el covid-19. Los detractores de López Obrador, simplemente no le darán crédito a nada de lo que informe. La razón es simple, su deseo de desgastar y desestabilizar al gobierno.

Es cierto, el gobierno de la 4T, ha cometido varias pifias, pero su peor problema es que no saben comunicar debidamente. Esa deficiencia, la han explotado opinadores y medios de comunicación para encender los ánimos y el descontento social desde antes de la crisis sanitaria. Politizando así, la crisis del covid-19.

Las autoridades sanitarias se han cansado de explicar y dar a conocer los pormenores de su estrategia para la contención del covid-19 y pese a que la Organización Mundial de la Salud, ha dado el aval a la estrategia y ha mostrado la reacción de México como un caso de éxito en el mundo, opinadores y medios de comunicación, continúan afirmando que el gobierno actúa irresponsablemente.

Vamos por partes, los opinadores y medios de comunicación, han vertido gasolina a la crisis mundial del covid-19 en las redes sociales, pues en su imaginario colectivo, México debió parar sus actividades totalmente desde hace dos semanas cuando las grandes potencias reaccionario, según ellos, de manera responsable ante la pandemia.

En ese mar de propaganda digital, los detractores de López Obrador, deseaban desde hace dos semanas que se acumularan las pilas de muertos y las filas de enfermos. Fue tal su liviandad, que los llevó anunciar el deceso de un empresario, sin el menor empacho del cinismo de su equivocación.

En redes sociales, todos los opinadores, periodistas, comunicadores, analistas, aficionados e improvisados, tienen sus propios datos. Para todos ellos, la gran referencia de acciones preventivas, deberían ser las grandes potencias que hoy están de rodillas ante el covid-19.

Todos esos entusiastas ahora son, virólogos, expertos en protocolos sanitarios, analistas agudos, economistas expertos y hasta científicos. En su vorágine de temas, estos dueños de la opinión ya sea en redes sociales, en un micrófono o un espacio escrito, han caído en contradicciones gracias a que su aversión al gobierno los ciega.

Para ello un ejemplo, uno de los temas que los opinadores manifiestan desde hace días, es la incapacidad del sistema de salud mexicano para hacer frente a una contingencia sanitaria que parece arrasar a las grandes potencias económicas.

Todas esas voces, reclaman que tenemos un sistema de salud deficiente e insuficiente para hacer frente al covid-19. Eso es cierto, el tema es que se les olvida que el sistema de salud está colapsado desde hace cuatro sexenios y que el derroche y desvío de fondos dio paso a la corrupción que, desde entonces, mató a derechohabientes por falta de medicamentos y equipo médico.

Hoy se desgarran la vestiduras porque el covid-19 puede ser letal en enfermos de diabetes y afecciones cardíacas, resultado del abuso en el consumo de alimentos chatarra. De este tema, los opinadores hablan poco y hoy omiten su opinión en torno al etiquetado de esos productos o simplemente lo minimizan y prefieren sumarse a los empresarios detractores de López Obrador que se oponen a esa medida.

Es indignante ver, cómo todas esas voces que se manifiestan en los medios, quieren hacer creer que todo el contexto actual, surgió hace poco menos de dos años cuando inició este gobierno. 

Lo que sucede, es que los opinadores de medios de comunicación, actuaban hipócritamente pues, solo reportaban hechos y en algunos casos, estaban beneficiados por el sistema corrupto. Los opinadores de redes sociales, en una gran mayoría, no cuentan con más referencia informativa que lo que ven en sus dispositivos móviles.

Lo que pocos saben y los opinadores expertos en economía y negocios ignoran, es que estamos en la antesala de un cambio profundo del sistema económico mundial, y que el covid-19, es solo un catalizador natural que ayudó a dar un paso a un cambio que ya se preveía, pero que ninguna potencia económica se atrevía a dar.

Ante este contexto y enmedio de la complejidad propia de nuestro país, quizá es momento de comenzar a pensar en cerrar filas, dejar a un lado nuestros datos y trabajar del brazo para salir adelante de una crisis económica y sanitaria sin precedentes.