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TLC agropecuario: poco tiempo para Trump y México

Si pensábamos que la guerra comercial de Estados Unidos con China no le afectaba a México, mal cálculo. Sí es posible | Leonel Ramírez Farías

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Escrito en OPINIÓN el

Si pensábamos que la guerra comercial de Estados Unidos con China no le afectaba a México, mal cálculo. Sí es posible.

Y no solo por la cadena de suministro de la industria automotriz, también por el lado del sector agropecuario, lo cual quedó claro ahora que China decidió imponer un arancel adicional del 25% a la soya proveniente de los Estados Unidos (entre otros productos más como maíz, jugo de naranja, trigo, sorgo, algodón, carne y cranberries, que en conjunto representan 16.5 billones de dólares en importaciones chinas de productos agropecuarios provenientes de los Estados Unidos).

En un mundo globalizado, una guerra comercial es como lanzar un boomerang y una bala perdida al mismo tiempo.

Las repercusiones


La primera repercusión atañe a los productores americanos. Wisconsin, uno de los estados donde la agricultura es actividad principal y que le dio la victoria hacia la presidencia a Donald Trump, se encuentra hoy muy cerca de la quiebra.

Al cierre de 2017, de acuerdo a las cifras del USDA, el valor total de los productos agropecuarios en el estado de Wisconsin fue de 11.7 billones de dólares. A pesar de ser el líder nacional en la producción de maíz con una participación de 13.2%, primer productor de arándano (63.7%) y el segundo lugar en la producción de leche (14.2%), hoy la gran mayoría de los casi 69 mil productores presentan pérdidas, que tardarán mucho tiempo (unos 10 años), en recuperar.

Iowa, otro estado que dio el voto mayoritario al republicano, también se encuentra en dificultades por las recientes represalias comerciales de China. Es el principal productor de la soya de los Estados Unidos y los aranceles infligirán graves daños financieros a los productores. El 62% de las exportaciones de soya de los EUA tienen como punto final China. Por cierto, el segundo destino de las exportaciones norteamericanas es México.

El mercado mexicano


Estas medidas comerciales también tendrían efectos en el mercado mexicano. Si el precio de la soya cae por la menor demanda de China (el futuro de diciembre de maíz ya cruzó los 4.00 USD/Bu), los productores norteamericanos podrían reconvertir soya a maíz, algo a lo que están muy acostumbrados y es muy factible que ocurra. A ello se le suma el decremento del efecto niña a nivel global que impacta la siembra y desarrollo del cultivo en los Estados Unidos. Es decir, la posibilidad de tener una gran producción nuevamente de maíz es muy latente. Y si el precio del maíz en los Estados Unidos cae, también caerá en México. Esto implicará mayores presiones políticas para el otorgamiento de subsidios por parte de los productores mexicanos.

El gigante asiático consume cerca del 60% del comercio global de la oleaginosa para alimentar a la industria ganadera más grande a nivel mundial. Es el segundo producto en importancia después de la aeronáutica (exportaciones por 16 mil millones de dólares en 2017) y seguido por el mercado automotriz en tercer lugar con 10 mil millones de dólares en el año anterior. A pesar de poder aumentar sus compras a Brasil y Argentina, ambos países, y muchos otros con una menor cantidad, no alcanzarían a cubrir las necesidades de soya que China requiere anualmente.

Las elecciones y el mercado


Los mercados, dada la cercanía de las elecciones, ya empezaron a considerar el factor político en sus análisis de riesgo y el primer afectado es el tipo de cambio, que después de un bajón que amenazaba con rebasar la barrera psicológica de los 18 pesos por dólar, reinició una tendencia alcista por la publicación de la encuesta de Reforma que ubica como líder al candidato de la Coalición Juntos haremos historia. Algunos analistas estiman que de darse la combinación de que gane AMLO y se cancele el TLCAN, el tipo de cambio se ubicaría por arriba de los 23 pesos por dólar.

El día viernes 6 de abril finalizó la reunión trilateral llevada al cabo en Washington y con base en las declaraciones de la ministra de Relaciones Exteriores canadiense, Chrystia Freeland, queda claro que no se lograron avances importantes que puedan verse reflejados antes de la primera semana de mayo para estar en posibilidades de ser ratificado por el Congreso de Estados Unidos.

Las negociaciones del TLCAN no han sido las mejores para muchos productores norteamericanos; grandes, medianos y pequeños se han unido a la organización Farmers for Free Trade, un grupo de cabildeo a favor del libre comercio que busca evitar una guerra comercial con Canadá y México. Previendo una respuesta similar a la de China, por lo menos 14 estados de la Unión Americana se verían gravemente afectados, solo considerando las exportaciones de maíz a México, que en el año 2016/2017 alcanzaron un valor de 2,511.7 millones de dólares para 13.9 millones de toneladas, pero que para el 2017/2018 podrían llegar a 2,975 millones de dólares, si se confirman los pronósticos del USDA respecto a que México importará este año 16.5 millones de toneladas de maíz. Este aumento es altamente probable considerando que la Sagarpa coincide con el USDA en que la producción de maíz en México se reducirá en poco más de un millón de toneladas, mientras que la demanda seguirá creciendo.

La receta del diablo

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