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¿Tiene futuro el PRD?

La anterior interrogante puede ser el planteamiento más importante para el Partido de la Revolución Democrática, en sus próximos 25 años.

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Escrito en OPINIÓN el

Y viene a cuento porque en el primer cuarto de siglo de vida, el PRD fracasó estrepitosamente en su objetivo inicial. ¿Y cuál era ese objetivo?

Pocos lo recuerdan. Cuando se fundó el PRD –el 5 de mayo de 1989-, el objetivo fundacional era desatar en México  una “revolución democrática” que echaría al PRI del poder presidencial y permitiría que la izquierda mexicana accediera al poder.

Sin embargo, el plan de ruta trazado por los fundadores del PRD no fue el correcto. ¿Por qué?

Porque el PRD no supo construir una “revolución democrática” a su interior y, por tanto, menos pudo convocar a una revolución democrática en todo el país.

Y es que era imposible trazar una ruta en dirección a la cultura democrática, cuando los líderes fundacionales del PRD provenían de formaciones políticas fundadas en una profunda antidemocracia. ¿Quieren ejemplos?

El PRI de Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador –entre muchos otros que abrazaron la camiseta amarilla-, era un PRI cuya genética se trasladó y troqueló en el naciente PRD, cuyos líderes de izquierda provenían del nada democrático Partido Comunista.

De esa manera, se juntaron “el hambre y las ganas de comer”. Dicho de otra manera, los autoritarios priístas se aliaron a los nada democráticos comunistas. Y esa combinación, explosiva por naturaleza, estalló dentro del propio PRD.

La mejor prueba es que el partido amarillo sólo ha tenido dos candidatos presidenciales en 25 años; los dos de origen priísta, los dos con una profunda cultura antidemocrática, y los dos forjadores de una tiranía vertical y autoritaria en el PRD.

Además, hasta la llegada de Rosario Robles al PRD –en el 2002- las dirigencias de ese partido habían estado en manos de ex priístas. También hasta que llegó al máximo cargo perredista el señor Jesús Zambrano, un militante y practicante de la izquierda, que además fue guerrillero, se hizo cargo del partido amarillo.

Por otro lado, el objetivo de echar al PRI del poder tampoco se cumplió. Por lo menos al PRI no lo echó del poder el PRD, sino el PAN.

Dicho de otro modo, que la ruta de viaje para llegar al poder presidencial también fue la equivocada. ¿Por qué? Porque en la lógica de los ex priístas como Cárdenas y López Obrador, el acceso a “Los Pinos” no tenía más camino que el de la confrontación.

En cambio, inteligentes, basados en su ideología y en una estrategia probada en el mundo, los líderes del PAN primero se aliaron con el PRI, luego se metieron al capullo de la alianza PRI-PAN y –en una estrategia genial- combatieron desde adentro de ese capullo al propio PRI.

En el fondo, el PAN fue más hábil y certero para aprovechar las debilidades que le había provocado la izquierda a los gobiernos autoritarios y nada democráticos del PRI, para dar el último empujón y quedarse con el poder presidencial.

Por último, el PRD también se equivocó en la formación de una cultura alternativa, a su interior, que permitiera que los electores se olvidaran del PRI y prefirieran al PRD. ¿Qué pasó?

Se puede resumir en pocas palabras. El PRD es hoy, todo aquello, que combatió hace 25 años. De ese tamaño es el fracaso.

Por eso la pregunta, ¿Tiene futuro el PRD? Al Tiempo.

 

@RicardoAlemanMx