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¿Tiempos de incertidumbre?

El año nuevo empieza con diversos frentes abiertos. La situación crítica del último trimestre de 2014 y sus inevitables secuelas le pegará en forma directa a las campañas y a los resultados de las elecciones intermedias.

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Escrito en OPINIÓN el

El año que terminó dejó un saldo poco favorable para varias instituciones y personajes políticos de primer nivel. También quedaron muchas dudas sobre lo que podría pasar en el país a partir de hoy. Y no falta quienes aseguran que los escenarios de corto plazo serán complejos e inciertos.


En 2015 la lucha por el poder será más intensa y despiadada.


Es lo lógico, cuando en el corto plazo se está produciendo un ajuste en la correlación de fuerzas de las principales instituciones políticas. Tengamos presente que el actual escenario cambió en forma drástica, si se le compara con el mismo periodo del año pasado.


La "luna de miel" terminó hace meses para el gobierno.


Los acuerdos y negociaciones de la Presidencia con distintas fuerzas partidistas, mediáticas y sociales no dan para más, al menos por ahora. Los intereses de grupo y particulares se imponen de nuevo, mientras las críticas de líderes de opinión y las que se hacen desde las #RedesSociales serán cada día más fuertes.


En unos días habrá nuevo presidente en la SCJN.


El perfil que tenga quien esté al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación será determinante para las controversias que surgirán durante el año, no solo por los conflictos y diferencias profundas que habrá en los ajustes legales pendientes -sobre todo en materia de seguridad- sino por la nueva legislación electoral.


La agenda nacional se vislumbra cargada.


El año nuevo empieza con diversos frentes abiertos. La situación crítica del último trimestre de 2014 y sus inevitables secuelas le pegará en forma directa a las campañas y a los resultados de las elecciones intermedias.


Antes del caso #Ayotzinapa, el #PRI se perfilaba ganador.


Si el gobierno de la República no corrige su estrategia política-comunicacional en el corto plazo, lo más probable es que el electorado responda con el voto de castigo. Sin embargo, hay que reconocer que la oposición no está tan fuerte como para causarle al #PRI un daño de consideración.


La división afecta en forma severa a la Izquierda y al #PAN.


El #PRD está al borde de una crisis. Por un lado, por el surgimiento de #Morena. Por el otro, por el efecto que provocó la salida de Cuauhtémoc Cárdenas. Si a ello se agregan los problemas que enfrenta el gobierno del DF, el escenario se torna más preocupante.


En el #PAN faltan los liderazgos fuertes y convincentes.


Con este panorama, analistas y encuestas anticipan que el ganador será el abstencionismo, que podría alcanzar el 70 por ciento. También entrarán al escenario los candidatos independientes y la promoción del voto nulo. ¿Se puede deteriorar más la confianza de la ciudadanía ante la política y los políticos?


¿Acaso pueden caer más bajo en las percepciones negativas?


Es posible. Lejos quedaron los tiempos en los que, el #PAN como partido, pudo sacar al #PRI de Los Pinos y, con ello, generar la mayor expectativa y esperanza de las últimas décadas. Las elecciones del dos mil son solo referencia histórica y no tendrá ningún efecto real en los ciudadanos que votarán este año para elegir diputados federales y locales, presidentes municipales y algunos gobernadores.


La vida política del país dará otro giro.


Los asuntos pendientes de la agenda nacional se entrelazarán con las campañas. Por ser tantos y de difícil solución, habrá más campañas sucias o negras, aprovechando las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías y las redes sociales.


Será una guerra de alta intensidad.


El futuro será conflictivo y de alto riesgo para todos. Más aún si, como se avizora, se producen cambios importantes en el gabinete del presidente Enrique Peña Nieto. Lo deseable es que no se llegue a nuevas situaciones de crisis.


Para lograrlo, hay que acabar con el mito de la incertidumbre.


En política, existen diversas herramientas que permiten tener un mayor control sobre el futuro. Si en los casos de desastres provocados por la naturaleza se han desarrollado modelos de prevención eficaces, ¿por qué no habría la posibilidad de anticiparse a los "desastres" políticos?


La teoría de escenarios favorece esta posibilidad.


Lo mismo puede decirse de los estudios prospectivos, entre otras herramientas modernas que están a disposición de toda la clase política. Después de las experiencias dramáticas de 2014, ya no cabe el argumento de que falló la estrategia de comunicación. Las posibilidades de corregir y los recursos para operar una nueva y efectiva están ahí, a la disposición de todos.


Es hora de aprovecharlos.