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Tiempo de romper trabas

Si el régimen es capaz de aliarse con los partidos tradicionales para intentar cerrarle puertas y espacios a MC, algo estaremos haciendo bien lxs naranja. | Ivonne Ortega

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Escrito en OPINIÓN el

No aprenden. Justo en el umbral de procesos tan importantes como la posible revocación de mandato, la rendición de cuentas por el manejo de la pandemia de covid-19, la defensa de instituciones de educación superior ante los ataques del gobierno central, entre otros, los partidos “tradicionales” se han sumado de facto a la mayoría oficialista para excluir a Movimiento Ciudadano de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

Coincide este contubernio en contra de la bancada Naranja con las posturas firmes asumidas por sus integrantes respecto a los temas de interés nacional, específicamente en la defensa de las instituciones autónomas como el INE, y en la exigencia de cuentas claras al titular del Ejecutivo Federal.

Se entiende entonces que la intentona de Morena, sus satélites y rémoras coyunturales de dejar fuera a la única fuerza política verdaderamente opositora obedece a que les resulta sumamente inconveniente enfrentar con argumentos serios la crítica, el escrutinio de la representación popular.

Los partidos coaligados en Va Por México han pasado del estupor por sus retrocesos electorales al combate a quienes sí han avanzado, que son precisamente los naranjas. Y para quedarse a solas con los dueños del poder burocrático en las discusiones (si es que las hay con ellos), no han reparado en atropellos.

La Comisión Permanente del Congreso de la Unión no es cosa cualquiera. Tiene facultades que llegan incluso al nombramiento de presidente interino, si así se requiriese. Por su composición, toma decisiones de forma más rápida que ambas Cámaras por separado. Es un órgano que verdaderamente puede hacer una diferencia.

Por esa razón el Poder Ejecutivo y sus legisladores no quieren en la Permanente a nadie de Movimiento Ciudadano. Se ha comprobado que el voto naranja es decisivo para frenar los embates autoritarios del presidente de la República, y en más de una ocasión las intentonas de Morena han quedado solo en eso: en simples intentonas gracias sobre todo a la férrea oposición naranja.

Por eso el coordinador nacional Dante Delgado ha dicho sin rodeos: si es necesario, “hay que empezar a darles un “tengan para que aprendan””, porque la representación ciudadana es irrenunciable, menos en las horas terribles de riesgo constante para las instituciones democráticas.

Si se van a aliar con el poder para agredir a quienes somos verdadera oposición, ¿por qué PAN, PRI y PRD no se quitan la careta y de una vez se asumen satélites de Morena? ¿Acaso no han entendido que con la tiranía no se asumen actitudes pasivas, sino que se le enfrenta con decisión?

La composición de los órganos del Poder Legislativo debe responder a la pluralidad del pueblo mexicano reflejada en las urnas. Y en la elección federal reciente, Movimiento Ciudadano resultó el único que, compitiendo sin más alianza que la ciudadanía, logró un crecimiento en la confianza popular.

Todos los demás, incluso el partido en el poder, necesitaron aliarse con satélites para presentar un frente electoral e incluso simularon plataformas políticas que ahora abandonan como esqueletos en el camino. Solo fueron pantallas para engañar, como la promesa de dar dinero para la compra de vacunas.

Al mal tiempo, buena cara. Y al embate autoritario, mayor ímpetu de lucha.

Si el régimen es capaz de aliarse con los partidos tradicionales para intentar cerrarle puertas y espacios a Movimiento Ciudadano, algo estaremos haciendo bien lxs naranjas. Seguiremos por ese camino, con renovadas fuerzas. Nuestra causa es México, y la causa lo vale.