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¿Tenemos Centros de Readaptación Social?

Las prisiones en México, en sus condiciones actuales, generan más delincuencia que la que se busca evitar.

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Escrito en OPINIÓN el

Después de la segunda fuga de Joaquín El Chapo Guzmán Loera de un penal de máxima seguridad, ha quedado en total duda la eficiencia y capacidad del sistema penitenciario mexicano a nivel nacional e internacional, pero sobre todo la cadena de corrupción e impunidad que transita, desde la procuración de la justicia hasta su impartición, exhibiendo asimismo a los sistemas de seguridad, defensa e inteligencia.

 

Pero no se debe olvidar que la crisis que hoy en día enfrenta el gobierno mexicano es anunciada, desde hace varios años diversos organismos civiles, de derechos humanos y especialistas en temas de seguridad y justicia, han advertido que las cárceles en México no rehabilitan, al contrario se han convertido en puntos en donde se origina o perfecciona el crimen.

 

Eric Olson, director adjunto del Programa de América Latina en el Centro Internacional Woodrow Wilson para académicos en Washington, asegura que los resultados de diversas investigaciones han revelado que la influencia de pandillas dentro de las prisiones mexicanas es tan penetrante que funcionan como centros de reclutamiento y tras las rejas los capos llevan adelante lo de siempre, ordenan secuestros, extorsiones y asesinatos de forma regular. http://bit.ly/1MaCGJv

 

La sobrepoblación constituye uno de los principales factores por lo cual el sistema penitenciario no funciona, en este sentido la Organización de los Estados Americanos (OEA) asegura que las cárceles latinoamericanas son lugares de hacinamiento que constituyen “escuelas de delincuencia” y no cumplen con el propósito de rehabilitar a los internos.

 

Según el cuaderno mensual de información estadística penitenciaria nacional de la Secretaría de Gobernación de mayo de 2015, existen 256 mil 448 internos, pero la capacidad de los centros penitenciarios es de 203 mil 434, así que hay una sobrepoblación de 53 mil 050 personas distribuidas en 210 penales de los 387 operando. http://bit.ly/1RzzfQg

 

El hacinamiento complica la labor del Estado para mantener el control dentro de los centros de detención de los tres niveles, al respecto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), a través del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, indica que “el 60 por ciento de las cárceles del país tienen sistemas de autogobierno y están bajo el control del crimen organizado”. http://bit.ly/1CHn3pV

 

Cabe señalar que desde 2001, la CNDH ha emitido recomendaciones generales en las cuales advierte sobre la saturación de los reclusorios, misma que derivaba en condiciones indignas que impedían la readaptación social, sin embargo, hasta el momento las autoridades han sido omisas.

 

El factor de la sobrepoblación está directamente relacionado con el número de sentencias efectuadas de acuerdo a las estadísticas de la Segob, al primero de junio del presente año, el 42.5 por ciento de los internos no estaban sentenciados y un significativo porcentaje de los procesados han estado en esta circunstancia por varios años.

 

El principio de presunción de inocencia en México consagrado en nuestra ley fundamental, en muchas ocasiones no se aplica para beneficiar a los indiciados y podemos constatarlo con innumerables historias de personas que pasaron en prisión un periodo mayor a la pena que pudiera ameritar el delito, debido a un proceso penal excesivo, indebido e injusto, y también en varias de las cuales se demostró que el procesado era en realidad inocente.

 

Las consecuencias son varias y todas innecesarias; una carga onerosa para el Estado, el estigma social para el interno y su familia que impide que una vez liberado pueda llevar una vida digna, la pérdida de credibilidad y confianza en el sistema de justicia mexicano y por ende la sensación de impunidad que esto conlleva.  

 

Al respecto de la carga onerosa para el Estado, en días recientes el Órgano Administrativo  Desconcentrado  Prevención  y  Readaptación  Social (OADPRS)  entregó  a  CNN México en  respuesta  a  una  solicitud  de información vía transparencia el costo total de la manutención de los reos que se encuentran en las 21 cárceles federales que fue de mil 703 millones 209 mil pesos durante 2014.

 

A nivel nacional, la cifra para mantener a la totalidad de la población encarcelada en México, fue estimada por el think tank mexicano México Evalúa, en el estudio denominado “La Cárcel en México: ¿Para qué?” que calculó que el costo para mantener a cada recluso en el país es de 137 pesos al día, si consideramos la población de reclusos, se puede estimar que a los mexicanos nos cuestan 35 millones 138 mil 308 pesos al día. http://bit.ly/1JiWh49

 

Lo indígnate es que esta cantidad no está beneficiando al país, porque como ya analizamos la gran parte de los internos en México no se rehabilitan y según datos del INEGI a diciembre de 2014, de cada 100 delincuentes 14.6 reincidieron, esta cifra podría ser mucho mayor tomando en cuenta que no todos los delitos son denunciados.

 

En síntesis podríamos afirmar que las prisiones en México, en sus condiciones actuales, generan más delincuencia, violencia y daños colaterales a la sociedad y en particular a las familias independientemente de las generadas por el propio interno, que las que buscan evitar. Además debemos considerar que los internos también son nuestro prójimo y merecen tener oportunidad de vida, desarrollo y reinserción social adecuada.

 

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