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¿Tendrá éxito el Frente Amplio Democrático?

AMLO dijo que una alianza entre el #PAN y el #PRD significa “la ambición del poder por el poder, el dinero y los huesos”.

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Escrito en OPINIÓN el

El tiempo de negociar alianzas entre los partidos para las #Elecciones2018 ha llegado. El llamado del #PRD para crear un Frente Amplio Democrático (FAD) se puede convertir en una opción que vaya más allá de las coaliciones tradicionales que hasta ahora hemos visto.

El cambio de paradigma es deseable.

Sin embargo, lo que parece imposible es sumar a todas las fuerzas de oposición en un solo frente. Tampoco están dadas las condiciones para que la ciudadanía participe en un gran movimiento como los que se han visto en algunos países de Europa.

Los acercamientos de las dirigencias están en marcha.

De la misma manera ya se están manifestando los rechazos, dudas y desacuerdos. Por lo que se ha visto hasta ahora, no serán pocas las resistencias y obstáculos que tendrá el nuevo frente opositor.

De inmediato, #Morena rechazó el planteamiento.

No solo era lo más lógico porque ya se sabía su postura. Andrés Manuel López Obrador aprovechó la oportunidad para seguir ocupando espacios destacados en la agenda nacional y mantener activa su precampaña a la Presidencia de la República.

El cuestionamiento que hizo al #FAD fue directo.

Andrés Manuel dijo que una alianza entre el #PAN y el #PRD significa “la ambición del poder por el poder, el dinero y los huesos”. Además, hizo un llamado a los militantes de los dos partidos “para evitar que sus dirigentes nacionales los sigan manipulando”.

El líder de #Morena supo una vez más cómo sacar ventaja.

La fragmentación y división que experimentan los partidos que representaban hasta hace algunos años a la Izquierda y a la Derecha de nuestro país son, precisamente, los factores  que ponen en duda la concreción de este planteamiento.

¿En verdad creen que el modelo podría funcionar?

Por las declaraciones que han hecho sus dirigentes principales —y por las acciones que están llevando a cabo— así parece. Tanto, que ya iniciaron los trabajos para elaborar un programa de gobierno que logre unificar los intereses en torno a un candidato o candidata fuerte y con la capacidad de ganar.

La misión principal es sacar al #PRI del gobierno federal.

Alejandro Barrales, presidenta del #PRD, aseguró además que se pretende evitar también “el extremismo y la polarización social del país”, a fin de evitar que en la jornada electoral “se dé un resultado cerrado, de uno o dos puntos, entre los candidatos presidenciales”. Hay que impedir, dijo, que la confrontación se traslade a los tribunales.

Las intenciones parecen lógicas.

Pero la realidad política demuestra el alto grado de complejidad que implica poner en marcha el gran acuerdo nacional que se han propuesto. Tal vez sea fácil llegar a los acuerdos básicos en la conformación del plan de gobierno. A lo mejor no habrá problemas en definición de las líneas estratégicas fundamentales del #FAD. Y probablemente será sencillo definir una estructura y los mecanismos de participación.

Pero estos acuerdos no alcanzarán para tener éxito.

La clave está en la selección del candidato o candidata. En este problema está el meollo del asunto. Retrasar la decisión es una táctica equivocada y hoy, paradójicamente, es lo más urgente para darle viabilidad al proyecto. ¿Quién de las y los aspirantes a la Presidencia que hoy tienen los dos partidos va a renunciar a sus intenciones?

¿A quién van a vetar los grupos dominantes?

Si en verdad quieren las y los dirigentes que el movimiento tenga éxito, tendrán que dar un golpe de timón. Pero, ¿tienen #PAN y el #PRD el Mapa de Riesgos que se requiere para tomar una decisión tan importante? Si no cuentan una #Estrategia viable, posible y perfectamente bien definida, el resultado podría ser contraproducente.

Nadie pone en duda que, para ganar, hay que arriesgarse.

Lo que no sería funcional ni conveniente es seguir invirtiendo tiempo y recursos en un plan que solo aleje más a los partidos de la ciudadanía. El descrédito en el que se encuentran podría acentuar la pérdida de confianza que tanto daño les ha hecho durante los últimos años.

La agenda basada en el conflicto es necesaria e inevitable.

Así lo han demostrado los movimientos sociales que han cambiado en fechas recientes a algunos países de Europa. Francia el más reciente. Lo que no hemos comprendido es que en México aún no están dadas las condiciones culturales, sociales, políticas, éticas y jurídicas, para que llegue un personaje como Emmanuel #Macron al poder.

Las buenas intenciones no bastan.

Para encauzarlos en la ruta de un cambio verdadero y profundo hace falta también revisar y ajustar nuestro modelo de #ComunicaciónPolítica. Hoy está tan desfasado que requiere “una cirugía mayor”, por decirlo de alguna manera.

¿Hasta cuándo estarán listos los partidos políticos?

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