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Superávit fiscal de 12,820 mdp para beneficio ciudadano

Debe terminarse con el ejercicio discrecional del Gobierno de la Ciudad de los ingresos y egresos públicos para garantizar el beneficio colectivo.

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Escrito en OPINIÓN el

Como ha señalado en reiteradas ocasiones el grupo parlamentario de Morena en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, y hoy lo confirma la Cuenta Pública 2015, el gobierno capitalino registra por tercer año consecutivo un superávit fiscal por concepto de recaudación, en esta ocasión de 12 mil 820 millones de pesos.

 

Desde 2013, ha sido invariable la subestimación de los ingresos de la entidad por el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, lo que se traduce en un ejercicio discrecional de un importante porcentaje del gasto. (Si al superávit correspondiente a 2015 se suman los obtenidos en 2013: 7 mil 389 millones, y en 2014: 13 mil 9 millones de pesos, la suma del superávit total en la administración de Macera asciende a 33 mil 218 millones de pesos).

 

En efecto, el superávit es resultado de la significativa subestimación del Gobierno capitalino respecto de la recaudación anual prevista para la Ciudad de México, procedimiento que viola de manera flagrante las disposiciones establecidas en los artículos 122 de la Constitución y 42 del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, al dejar fuera de la competencia de la Asamblea la programación de parte relevante del presupuesto. Es decir, el Gobierno capitalino usurpa funciones del Legislativo local.

 

La estrategia deliberada de la administración de Mancera para obtener un superávit presupuestal anula parte significativa del potencial económico de la Ciudad de México, toda vez que los recursos de los contribuyentes no se transforman en bienes y servicios públicos que los beneficien.

 

Y de paso, envía al bote de la basura el equilibrio presupuestal ordenado por el artículo 17 de la Ley de Presupuesto y Gasto Eficiente del Distrito Federal.

 

Pese a las evidencias de la existencia del superávit, confirmadas en la Cuenta Pública 2015 (y en las de 2013 y 2014), Miguel Ángel Mancera asegura que los recursos señalados como “remanentes” por los diputados locales para ser utilizados en servicios públicos, simplemente “no existen”.

 

Explica: “O sea, hay fondos y hay parte de todo el dinero que está comprometido que tiene que ver con ejercicios que son multianuales, que tiene que ver con otras tareas. Entonces, una cosa es lo que tengas ejercido y otra cosa es lo que tengas comprometido… “(…) es un pasivo que ya está, que es pasivo, propiamente, sino fuera pasivo pues bueno sería algo que tienes de sobra…”

 

A pesar de los retruécanos verbales utilizados por el jefe de Gobierno para tratar de encubrir la existencia del superávit, la Cuenta Pública 2015 demuestra que existe una disponibilidad de recursos por este concepto que proviene principalmente de la recaudación de recursos propios del Gobierno de la Ciudad que no fueron gastados ni comprometidos.

 

Los compromisos de pago multianuales y los pasivos de las cuentas del gobierno están incluidos en el presupuesto aprobado por la asamblea, de manera tal que el superávit está libre de compromisos multianuales.

 

En consecuencia, el grupo parlamentario de Morena en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal propone:

 

  • Que 800 millones de pesos se asignen al Programa de Adultos Mayores. (Con este monto se cubriría 100 por ciento de los requerimientos del programa.)

 

  • Aumentar el presupuesto a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y a las escuelas de educación media superior.

 

  • Fortalecer con mil millones de pesos el Fondo de Ruralidad.

 

  • Asignar los recursos necesarios para adquirir mil camiones rtp, modernizar el transporte eléctrico y ampliar la Línea 12 del Metro hasta la estación Terminal Observatorio.

 

Y algo fundamental para el bienestar de los ciudadanos:

 

  • No recortar, como pretende la administración de Mancera, el Presupuesto de Egresos para 2016.

 

Asimismo, debe evitarse que estos 12 mil 820 millones se destinen a la compra de votos en la elección del Constituyente o a engrosar la burocracia en el gobierno capitalino.

 

En resumen, debe terminarse con el ejercicio discrecional del Gobierno de la Ciudad de los ingresos y egresos públicos para garantizar que éstos se destinen al beneficio colectivo, y no al uso faccioso de camarillas en el poder.

 

Esta táctica tramposa de manejar ingresos y gasto, cabe subrayar, ofende a la mayoría de ciudadanos que de manera puntual y responsable paga sus impuestos.

 

@craviotocesar

@OpinionLSR