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El sueldazo de EPN

Mientras Peña Nieto se frota las manos cada quincena, millones de personas buscan cómo sobrevivir económicamente

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Escrito en OPINIÓN el

El presidente de México, Enrique Peña Nieto acumulará -al cierre del 2017- ingresos por concepto de salario, prestaciones, compensaciones y pago extraordinario, por sus servicios como gobernante, la friolera cantidad de 15 millones 079 mil 942 pesos netos. Esto en un país pobre no sólo es un escándalo sino un insulto a los que menos tienen.

En tanto 57 millones de personas en México buscan como llevar ingresos a sus hogares para alimentarse, el actual jefe del Ejecutivo obtiene un promedio de 250 mil 252 pesos mensuales. Tan sólo en el 2017, la remuneración total anual neta (libre de impuestos) será de tres millones 2,971 pesos, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación.

Mientras Peña Nieto se frota las manos cada quincena, millones de personas buscan cómo sobrevivir económicamente. Algunos lo hacen con apoyos que da el gobierno a personas de la tercera edad, madres solteras y campesinos, pero una amplia masa enfrenta dificultades para alcanzar algún nivel de bienestar. Las condiciones de pobreza entre la población mexicana no ha cambiado en este sexenio.

Hay estados de la República en la desgracia total como Chiapas y Guerrero, mientras que su clase política se vuelve millonaria

En el 2018, en pleno año electoral, y ya de salida los que ahora mal-gobiernan se preparan para el saqueo total. La estocada final a las finanzas nacionales. La Secretaría de Hacienda prepara recortes presupuestales para los próximos meses y el ajustón del cinturón será mayor con una ola de despidos, cierre de empresas y una creciente ola delictiva que parece no tener fin.

En muchos hospitales del país no hay insumos para atender a los enfermos, producto de un recorte de diez mil millones de pesos en el Seguro Popular, con los cuales se atiende a la mitad de los mexicanos que no pueden pagar los honorarios de un servicio médico particular.

Los magos de las finanzas están haciendo humo el dinero pues no hay otra explicación al hecho que en los últimos siete años se hayan canalizado 428 mil millones de pesos a programas sociales sin que se saque de la línea de la pobreza a los 57 millones de mexicanos. ¿A dónde ha ido a parar tanto dinero o será este el recurso con lo que se prepare una nueva elección presidencial de Estado?

Hay estados de la República en la desgracia total como Chiapas y Guerrero donde la mitad de sus habitantes requiere, mes a mes, de apoyo financiero del gobierno para poder comprar frijoles y tortillas mientras la clase política de esos dos estados se vuelve millonaria, pero como no hay capacidad de reacción ni de protesta de los pobladores pues no pasa nada.

La gavilla de delincuentes de esas dos entidades han amasado grandes fortunas que les alcanzan para que vivan sus próximas 8 generaciones, como mínimo, mientras al pueblo le dan migajas y sobrevive con despensas que les regala el gobierno o partidos políticos bajo la promesa de un futuro mejor, de donde también sacan su tajada.

En el 2018, sin embargo, será la propia población la que haga un ajuste de cuentas y mande a volar a todos estos malparidos de la política

En tanto engordan las cuentas bancarias de estos pelafustanes de la política, millones de niños trabajan en las calles. Algunos lo hacen fabricando ladrillos, otro cortando piedra para sacar lajas para pisos y otros más vendiendo dulces. Las autoridades no hacen nada para proteger a estos niños de malandrines que andan en la calle abusando de ellos.

En México, 3.6 millones de niños, niñas y adolescentes entre los 5 y 17 años de edad están trabajando de acuerdo con datos de UNICEF. Lo anterior equivale al 12.5% de la población infantil de este mismo rango de edad. De ellos, 1.1 millones son menores de 14 años; es decir, no han cumplido con la edad mínima para trabajar marcada por la Ley Federal del Trabajo.

La población infantil que trabaja se concentra fundamentalmente en las áreas menos urbanizadas de México, y el porcentaje de trabajadores infantiles en estas zonas es también más elevado que en las más pobladas. La presencia de niños y niñas trabajadores menores de 14 años en las localidades más pequeñas supera a la de las ciudades.

Y así queremos que México prospere con una clase gobernante que no tiene el más mínimo respeto por los niños.

En el 2018, sin embargo, será la propia población la que haga un ajuste de cuentas y mande a volar a todos estos malparidos de la política.

@JLCastillejos