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Sputnik V: se abre una nueva esperanza

La vacuna rusa Sputnik V ya ha sido administrada a un millón y medio de personas en el mundo. | César Cravioto

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Escrito en OPINIÓN el

Actualmente, hay más de 200 vacunas contra la covid-19 en desarrollo en todo el mundo, una de ellas es la vacuna Sputnik V que lleva el nombre del primer satélite espacial soviético.

En días recientes el presidente Andrés Manuel López Obrador negoció directamente con su homólogo ruso Vladimir Putin, la compra de 24 millones de dosis de la vacuna para ampliar la campaña de vacunación y aplicarse a 12 millones de personas en México, con un intervalo de 21 días, porque se requiere refuerzo.

Para no variar, voces tóxicas de la oposición denunciaron que las autoridades sanitarias internacionales no han dado su opinión sobre el producto por falta de evidencias científicas, y que aún no se publican los datos sobre la fase 3.

Al respecto y en respuesta a las “dudas” en torno a la salubridad de la vacuna Sputnik V, la Embajada de Rusia difundió un mensaje en redes sociales para “refutar algunos mitos” y pedir a sus seguidores que ayuden a “difundir la información veraz sobre la vacuna rusa”.

Desmintió que la vacuna sea de “mala calidad”, como algunos han argumentado, aseguró que el Centro Nacional Gamaleya de Epidemiología y Microbiología fundado en 1891 es una institución líder a nivel internacional y recordó que en 2015 éste “desarrolló y registró con éxito dos vacunas contra el ébola usando la plataforma de vectores adenovirales, misma que se utiliza en Sputnik V. 

Los resultados de las fases uno y dos del ensayo clínico fueron publicados en la prestigiosa revista internacional The Lancet; y los de la fase tres están por publicarse. En cuanto a otro de los ataques que refieren que la vacuna rusa es más barata, la embajada de Rusia interrogó: ¿Y qué hay de malo en esto?  

La Cofepris autorizó la Sputnik V sobre la base del expediente que le proporcionó la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica de Argentina, la ANMAT, al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell durante un reciente viaje a Buenos Aires. El expediente incluye los resultados del ensayo clínico fase 3 de la vacuna rusa Sputnik V, que, de acuerdo con el Fondo Ruso de Inversión Directa, es 91.5 por ciento efectiva. El Ministerio de Salud de Rusia afirmó que el esquema de doble inyección permite generar una inmunidad duradera de hasta dos años. La Cofepris cuenta con el ensayo clínico fase 3 de la vacuna Sputnik V contra covid-19. 

La vacuna rusa ya recibió la autorización en 13 países entre ellos Emiratos Árabes Unidos, Hungría, Bielorrusia, Venezuela, Argentina, y hasta ahora más de 50 naciones ya se han asegurado 1.2 millones de dosis según informes del Fondo Ruso de Inversión Directa que financió el desarrollo del medicamento. Argentina fue el primer país de América Latina en autorizar oficialmente la aplicación del fármaco; en total, Argentina se comprometió a adquirir 20 millones de dosis de la vacuna Sputnik V.

La primera dotación de 200 mil vacunas llegará de Moscú a México en unos días, dijo Juan Antonio Ferrer, director del Instituto de Salud para el Bienestar; actualmente se está revisando la logística para el transporte y los diferentes aspectos técnicos de su distribución. “El producto no arribará a México hasta que esté lista la aprobación del uso de emergencia, y la vacuna está cerca de obtener la autorización de uso de emergencia”, ha explicado el subsecretario Hugo López-Gatell quien también especifica que “ningún producto de uso médico que arribe al país puede estar exento de tres requisitos: calidad, seguridad y eficacia”.

La Sputnik V ya ha sido administrada a un millón y medio de personas en el mundo, entre ellas: el ministro de defensa ruso Sergei Shoigu, y a una de las hijas del presidente Vladimir Putin. ¿Si hubiera alguna duda de su efectividad habría el presidente ruso permitido que su hija y el ministro de defensa ruso se vacunaran?

Recordemos por cierto: son contados los países, México entre ellos, que no han recurrido a la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) para enfrentar la doble crisis sanitaria y económica por la pandemia del covid-19; tampoco ha sido así en el caso de la adquisición de vacunas durante la actual administración.