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Sobresaliente

México aparece en el sitio 14 de una lista de 19 naciones que elevaron su gasto en armamento y equipo bélico.

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Escrito en OPINIÓN el

El gobierno de Enrique Peña Nieto está decidido a que el tema de la inseguridad no ocupe de nuevo el primer lugar en la agenda de temas relevantes en la vida del país. Acorde con esta idea, mantiene una política abierta y firme de apoyo a las compras de material y equipo bélico sin precedentes, consciente de que militares y marinos estarán al frente del combate al crimen por varios años más debido al fracaso en las reformas policiales emprendidas en esta y en otras administraciones.

 

La huella de este rasgo de su administración ya es patente fuera del país. Además de los conocidos y detallados análisis elaborados cada año por el Instituto Sueco para el Estudio de la Paz (SIPRI), ahora la publicación británica especializada Defence Industry Bulletin (DIB) aborda el tema del rearme del Ejército, Marina, Fuerza Aérea mexicana, y coloca por primera vez al país en la lista de naciones que incrementaron su gasto militar entre 2013 y 2014.

 

Un avance de este asunto se presenta apenas como una pincelada en el documento Global Defence Spending Trends 2015, en el que México aparece en el sitio 14 (de una lista de 19 naciones) que elevaron en distintos porcentajes su gasto en armamento y equipo bélico.

 

La sorpresa radica en que, según el análisis del DIB, México compró más armas y equipo para la guerra que Rusia. Un dos o tres por ciento, según la estimación de los especialistas de la publicación británica.

 

El primer lugar de la lista lo ocupa la República del Congo, nación en constante efervescencia y violencia política y étnica, con un gasto prácticamente del 90 por ciento. Le siguen Namibia (48% más), Brunei (30% más), Zambia (24% más), Ucrania (24% más), Guinea (23% más), luego Afganistán (20% más), Arabia Saudita (19% más), Irak (17% más), Líbano (15% más), Camboya (14% más), Paraguay (13% más), Polonia (13% más) y a continuación México, con un 10% más.

 

 

 

La medición toma como base, el gasto militar de cada país en el año previo al análisis. Así, para el DIB, México incrementó su inversión bélica en un 10 por ciento a partir de las cifras de su presupuesto en los años señalados. En contraparte, señala el documento, países como los Estados Unidos, Italia o Venezuela redujeron sus gastos bélicos entre un 5 y un 10 por ciento.

 

El adelanto del DIB da una idea de lo que será un análisis más profundo de este tema en las semanas previas al final del 2015 y en los primeros meses del 2016, cuando el balance de las prioridades políticas y operacionales de Peña Nieto revele la dimensión del gasto comparada con los resultados obtenidos.

 

Peña y su gobierno no van a salir bien librados. Tampoco militares y marinos. Especialmente los primeros, con una agenda de temas en la que los derechos humanos aparecen ya como un eterno pendiente sin solución y en el que las violaciones graves que llegan a ser conocidas por la sociedad son invariablemente manipuladas, ocultas, trucadas, desvanecidas por entidades de todos los niveles de gobierno y por los mandos civiles y militares en turno.

 

Por cierto, la misma publicación DIB adelanta que en noviembre habrá un foro de análisis para revisar a fondo la enorme vulnerabilidad cibernética que sufre México y que comienza a ser tomada en serio y a ser atendida… con diez años de retraso.

 

Sobre este punto, la Sedena comienza a tomar cartas en el asunto con la creación del Centro de Operaciones del Ciberespacio, instancia que avanza a paso lento pero que deberá dar frutos a corto plazo (mitad del 2016) para comenzar a hacerle frente a este nuevo campo de batalla en el que otros ejércitos nos llevan enorme ventaja.

 

@JorgeMedellin95