El clima de incertidumbre, inseguridad y violencia que han desatado en los últimos meses poderes fácticos como la CNTE, la CETEG, el SME, la APPO, “los de Ayotzinapa” y otros, han catalizado al límite la exacerbación y el enojo de distintos sectores sociales.
Grupos de ciudadanos de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y el Distrito Federal se quejan, de manera creciente, por los plantones, bloqueos, saqueos, vandalismo y caos que con éste o aquel pretexto, cometen todos los grupos antes señalados.
Un caso extremo se produjo en el centro turístico de Huatulco, en donde la CNTE intentó bloquear la principal actividad económica del estado y, en respuesta, nació una valiente organización llamada Consejo para la Defensa de Huatulco que rechazó los bloqueos y el vandalismo, y se convirtió en garante de la economía de ese centro turístico.
Hoy, en un desplegado que llama la atención por su dureza y por su grado de advertencia al límite, el Consejo Coordinador Empresarial exige a los tres Poderes de la Unión –Ejecutivo, Legislativo y Judicial- y a los tres órdenes de gobierno –municipal, estatal y federal-, que “honren su juramento de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan”.
El desplegado va más allá de un mero reclamo; trasciende un malestar momentáneo y, en el fondo, es el mejor ejemplo de que los tres órdenes de gobierno y los tres Poderes de la Unión dejan mucho que desear ante un momento difícil para todos los mexicanos.
Y es que, le guste o no a los Poderes constituidos, a los representantes de las instituciones del Estado, lo cierto es que han sido rebasados por grupos e intereses ajenos al desarrollo, la estabilidad y la tranquilidad de la democracia mexicana.
¿Y cuáles son esos grupos?
Son conocidos por todos, porque todos los ciudadanos, en mayor o menor medida, los hemos padecido.
Nos referimos a poderes fácticos como la CNTE y sus franquicias como la APPO y la CETEG; a grupos oportunistas como el SME y enemigos del Estado y de la democracia como lo son “la mano que mece la cuna” detrás de las protestas de Ayotzinapa.
¿Cuál es el origen de la protesta, el vandalismo, el bloqueo, el secuestro, el robo y la ingobernabilidad que pregonan y promueven estos grupos?
No está claro, ni para los tres Poderes de la Unión ni para los tres órdenes de gobierno. ¿Por qué?
1.- Porque un día protestan contra la reforma educativa, otro día contra la reforma energética, el tercer día contra los desaparecidos de Ayotzinapa, el cuatro día contra los desaparecidos de aquí y allá, el quinto día por el caso Tlatlaya y el sexto día regresan contra la reforma educativa.
2.- Porque los políticos, legisladores y servidores públicos tiene miedo a ejecutar la responsabilidad de gobernar; es decir, le temen al uso de las instituciones del Estado, al uso de la violencia legítima contra los enemigos de la democracia. Y…
3.- Porque a causa de ese temor, hasta hoy, y en poco más de dos años del nuevo gobierno, todas las instituciones del Estado mexicano han sido rebasadas por la violencia desatada por esos grupos.
Por eso nos sumamos a la pregunta, junto con grupos empresariales, ciudadanos de a pie, pequeños empresarios, comerciantes y trabajadores en general: ¿Hasta cuándo veremos a las instituciones del Estado? Al Tiempo.