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¡Sí, histórico por servil, sumiso y entreguista!

El encuentro entre AMLO y Trump fue histórico por el servilismo adulador empleado por López, quien mintió al señalar que Trump respeta a México. | Ricardo Alemán

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Escrito en OPINIÓN el

Fue un encuentro para la fotografía; para la propaganda electoral y para las clientelas de los dos presidentes, quienes están en campaña.

Y es que para nadie es nuevo el proselitismo electorero del presidente mexicano –para buscar su reelección en el 2024 si mantiene la mayoría en el Congreso en la elección del 2021–, y también está en campaña de reelección el mandatario norteamericano.

Por eso, tampoco es novedad que la visita de López a Trump se trató de un encuentro que, en los hechos, dejó fuera la agenda dura y fundamental para los ciudadanos de los dos países.

¿Y cuál es esa agenda sustancial...?

El maltrato a los migrantes mexicanos, la amenaza a los Dreamers; el creciente problema de la venta de armas de Estados Unidos a México, el aún intocable tema del combate y lucha contra las bandas criminales; el lavado de dinero y la confianza en la inversión, por citar algunos.

En efecto, ninguno de esos graves problemas se tocó en la visita del mexicano a su homólogo norteamericano, a pesar de la competencia inmoral y ofensiva de elogios mutuos.

Sin embargo, y pese a las graves ausencias que –en los hechos son una traición a los pueblos que representan AMLO y Trump–, no pocas voces de los dos países se empeñaron en calificar como histórico el encuentro entre los dos mandatarios.

¿De verdad fue un encuentro histórico?

Vamos por partes.

Se entiende que el aparato de propaganda del candidato Trump haya considerado, como “histórico”, tal encuentro. Y es entendible porque se trató de un montaje ex profeso, con fines precisamente político-electorales.

Y si lo dudan, vale recordar que apenas había terminado el discurso del mandatario mexicano y, en redes sociales, los propagandistas de Trump “ya sacaban raja electoral” de los elogios sin límite, de Obrador a Trump.

También se entienden los desmedidos elogios a los presidentes López y Trump, de periodistas, conductores, articulistas e intelectuales vinculados a Televisa, Televisión Azteca, Milenio, Excélsior y otros medios, cuyos dueños acompañaron a López Obrador al encuentro.

Y se entiende –a pesar de que no se justifica por ningún motivo–, porque esos periodistas, conductores, articulistas y hasta intelectuales cuidan su trabajo, en algunos casos el único trabajo.

Y también es entendible el aplauso eufórico, mentiroso, y hasta ridículo –que dedicaron al encuentro entre Obrador y Trump– no sólo políticos de Morena y aplaudidores oficiales, sino de periodistas y políticos orgánicos, intelectuales y académicos que viven del favor del gobierno de Obrador.

Sin embargo –y más allá de los predecibles aplausos “engañabobos”–, lo cierto es que sí existen muchas razones por las que el encuentro entre AMLO y Trump fue histórico.

Pero no resultó histórico por las razones expuestas por los profesionales del elogio y el aplauso interesado y convenenciero. No, en realidad fue histórico por el tamaño de la simulación, del engaño; por lo vil y lo servil; por lo sumiso y hasta abyecto del mandatario mexicano y por el cinismo y el engaño del presidente norteamericano.

¿Lo dudan?

1.- Fue un encuentro histórico por el servilismo y la amnesia que mostró el presidente mexicano, quien no dijo una sola palabra del grosero muro que horas antes del encuentro presumió el presidente Trump.

2.- Fue histórico por la sumisión y docilidad exhibidas por Obrador, ante un presidente Trump que ha dedicado una veintena de insultos a los indocumentados, como “animales”, “violadores”, “criminales” y “escoria”.

3. Es histórico porque a pesar del insulto reiterado a México y los mexicanos, por parte de Trump, el presidente Obrador se negó a visitar a las organizaciones de mexicanos, a los que dejó con un palmo de narices.

 4.- Es histórico por el servilismo adulador empleado por López, quien mintió al señalar que Trump respeta a México y los mexicanos.

5.- Es histórico por el entreguismo mostrado por el mayor crítico del neoliberalismo, al Tratado epítome del neoliberalismo. Y es que en México AMLO persigue a los empresarios y en Estados Unidos elogia la inversión.

6.- Es histórico porque AMLO presume mano de obra barata, como ventaja en el T-MEC, mientras que sataniza la inversión foránea en México. 

7.- Es histórico porque la docilidad de AMLO confirmó que toda la alharaca contra Trump, en campaña, fue una vulgar mentira.

8.- Y fue histórica porque confirmó lo dicho aquí por años; que López y Trump son como dos gotas de agua; mentirosos, falsos y convenencieros, a quienes lo menos que les importa es el bienestar de sus pueblos.

Sí, encuentro histórico que llevará al presidente mexicano al basurero de la historia.

Al tiempo…