La apresurada entrega de la constancia de mayoría para convertir al priista Alfredo del Mazo en gobernador electo del Estado de México, no hace sino ratificar que en esa entidad se consumó un fraude mayúsculo en agravio de la voluntad ciudadana.
Tanta prisa tenían los consejeros electorales de la entidad por consumar la estafa, que ni siquiera tuvieron el decoro de esperar la resolución del Tribunal Electoral, cuyo plazo vence el 16 de agosto, para el desahogo de las 45 impugnaciones presentadas por Morena.
Empero, como advierte Andrés Manuel López Obrador, la entrega de la constancia es ilegal e ilegítima. “Vamos a impugnar, en el tribunal local y federal, agregando los testimonios que les compartimos”.
El presidente nacional de Morena hacía referencia a la entrega de diez videos con sesenta testimonios de habitantes de los municipios de Tejupilco, Atlacomulco e Ixtlahuaca, así como de los distritos electorales de Valle de Bravo y Jilotepec, quienes en sendas entrevistas confirman las tramposas operaciones del tricolor.
Revelaciones que se suman a centenares de pruebas antes presentadas sobre los ultrajes cometidos por el PRI y sus operadores políticos en contra de Morena y su candidata, la maestra Delfina Gómez. López Obrador explicó que las declaraciones son resultado de una investigación efectuada por Morena en las cinco localidades en las que, afirmó, se registró el mayor número de falsificaciones, fraudes y compra de votos.
Recordó que el promedio de participación en los pasados comicios electorales del Estado de México fue de 54 por ciento, pero en estos cinco sitios “supuestamente votó 66 por ciento. Son los distritos más marginados, con población pobre, donde hay más violencia y, por lo mismo, más migración”.
Al respecto, en anterior ocasión advertí:
La tendencia electoral de esos cinco distritos rompe con toda lógica, pues mientras la participación promedio de votantes en la entidad fue de 52 por ciento, en esos cinco distritos ascendió a 64 y 66 por ciento e incluso a 80 por ciento.
Asimismo, la proporción de votos en favor del PRI se elevó a cuatro por uno en relación con los obtenidos por Morena. Quebrantándose, de nueva cuenta, la orientación electoral en los comicios, la cual indica que los dos partidos disputaron, a la par, el Poder Ejecutivo local.
En Tejupilco, Valle de Bravo, Atlacomulco, Jilotepec e Ixtlahuaca, el PRI aventajaba a Morena con algo más de 260 mil papeletas, un número de votos superior a los 169 mil sufragios con los que, de acuerdo con las cifras presumiblemente definitivas que se acaban de dar a conocer, Alfredo del Mazo supera a la maestra Delfina Gómez en todo el Estado de México.
Los testimonios
Aunque las trampas priistas son de viejo cuño, ampliamente conocidas por la mayoría de la población, impacta comprobar, de viva voz, la manera en que la maquinaria priista explota las necesidades de los ciudadanos más pobres para inducir el sentido del sufragio.
En los referidos videos, los ciudadanos corroboran la entrega de las tarjetas La Efectiva, para mujeres, y La tarjeta Roja, para hombres. También afirman que les prometieron depositarles 3 mil pesos si ganaba el PRI. Y que a los beneficiarios del programa Prospera los condicionaban para que votaran por ese partido. Y aseguran que a la gente “la bajaban del cerro” para llevarla a votar por Del Mazo.
Otra persona señala que en “las casas amigas metían a la gente y ahí les entregaban el dinero y los mandaban a votar. Tenían que regresar con alguna prueba de que habían votado por el PRI”. Una más mencionó que los seguidores del PRI intimidaban a representantes de otros partidos que se encontraban en las casillas bajo el argumento de que “eran gente sospechosa”.
En fin, se trata de 60 botones más de muestra de la manipulación electoral del PRI. Pero la irritación ante la simulación va más allá. Abarca a casi todos los sectores sociales. Por ejemplo, sobresalientes defensores de los derechos humanos han manifestado su indignación ante el fraude, entre otros el sacerdote Alejandro Solalinde, quien señaló: “No permite el PRI-Gobierno que este país transite hacia una reforma del Estado, a una participación real ciudadana. Y vuelven otra vez las mañas de siempre. Y vuelven otra vez a ser juez y parte, como en el Estado de México: un fraude, una elección de Estado”.
O como advierte el connotado politólogo Sergio Aguayo: En 2018 habrá “una elección de Estado que reducirá el espacio para la neutralidad. (…) Se confirmará, en suma, el diagnóstico de López Obrador sobre la mafia del poder”. Las encuestas indican que también se confirmará la decisión de la gente de votar en favor de López Obrador para que gane la Presidencia de la República y así rescatar a México de la desesperanza.