El presidente tiene derecho a apostarle a su modelo, que tiene que ver con la austeridad, porque si bien hay otros puntos de vista incluyendo el del dirigente de Morena, el presidente tiene derecho a apostarle a una nueva forma de hacer las cosas.
El partido que formamos entre todos para transformar al país debe acompañar el proyecto de transformación del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para los dirigentes de Morena la austeridad llegó a su límite, toda vez que a su decir: “el Gobierno ya no aguanta más austeridad y se corre el riesgo de que se agoten todos los ahorros que hay en los fondos federales”, ante lo que el presidente López Obrador, reviró al asegurar que: “hay quienes todavía tiene una formación liberal que tienen que cambiar, pues seguirá habiendo un Gobierno austero como uno de los ejes principales de la Cuarta Transformación”.
¿Cómo proponer acabar con el plan de austeridad, cuando es lo que ha pedido a gritos este país; cuando justamente se exige el fin del derroche de los funcionarios públicos y que prevalezca la mayor austeridad posible?
“¿Por qué no aguantar la austeridad si los servidores públicos tenemos garantizados un sueldo: llueva, truene o relampaguee, un sueldo inclusive nada despreciable para enfrentar una situación tan urgente como la pandemia por el covid-19, o cualquier otra calamidad?”, dice AMLO.
También criticaron una ausencia de políticas públicas del Gobierno federal para apoyar las pequeñas empresas por la crisis económica. Ante ello, López Obrador ya comentó en su ensayo sobre La Nueva Economía en Tiempos de Pandemia que no está en contra de los empresarios, “al contrario, queremos que sigan invirtiendo”.
Las opiniones emitidas por Alfonso Ramírez Cuellar al participar en un seminario virtual en el Centro de Estudios Espinoza Yglesias, “no van con los principios ni estatutos de Morena y en todo caso deberían ser posturas de índole personal”, agrega el presidente.
Para la actual administración los lujos, los dispendios y la opulencia que caracterizaban el ejercicio del poder han llegado a su fin. El Gobierno actual ha eliminado los privilegios y prebendas que disfrutaban los funcionarios de alto nivel. Había servidores públicos que ganaban hasta 700 mil pesos al mes, mientras los trabajadores de base cobraban 8 mil pesos mensuales en promedio.
Ahora es el Gobierno y no el pueblo el primero que se aprieta el cinturón, hay austeridad republicana bajo el principio de que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre, dejando atrás las deformaciones que se fueron haciendo durante el período neoliberal.
Los ciudadanos reclaman que haya austeridad para fomentar, entre otros aspectos, políticas sociales que reduzcan los niveles de desigualdad, para que la mayoría de los ciudadanos mejoren en su escala social y no se profundicen esas diferencias hacia una sociedad más justa e igualitaria; y bajo esta ruta debemos acompañar al presidente de la República; es una brecha que él abrió.
Andrés Manuel López Obrador tiene derechos, y los tiene porque encabezó este esfuerzo para la transformación del país. ¡Claro que tiene el derecho de tomar decisiones, porque además, más de 30 millones de personas lo respaldan!
En el partido se necesita mesura y acompañamiento. Se requiere defender el proyecto; debemos decirles a Morena lo mismo que recordó el presidente refiriéndose a la oposición: ¡No coman ansias. Tengan paciencia, que en el 2024 me voy!