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Senadores ¿presidenciables?

De qué manera vamos a confiar en uno de estos aspirantes si no sabemos cómo fue su desempeño dentro del Congreso.

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Escrito en OPINIÓN el

En estas últimas semanas hemos visto que legisladores, particularmente senadores de la República, buscan aspirar a la Presidencia de la República para las elecciones del próximo año. El caso más reciente es el del senador del Partido Verde, Carlos Puente que declaró que de no encontrar coincidencias con el Partido Revolucionario Institucional, podrían ir solos a la contienda electoral. Esta candidatura, difícilmente se consolide porque a lo largo de sus 31 años de historia, sólo en una ocasión han presentado un candidato propio, las demás elecciones han sido aliados del Partido Acción Nacional o el Partido Revolucionario Institucional.

Con Carlos Puente ya sumamos 3 aspirantes a la presidencia, donde se encuentran Armando Ríos Piter que busca serlo por la vía independiente y Juan Carlos Romero Hicks que busca competir dentro del Partido Acción Nacional, éstos dos últimos con mayor exposición mediática de cara a las elecciones del próximo año.

Los legisladores han realizado recorridos y encuentros con grupos sociales, empresariales y académicos a lo largo del país, hablando de los grandes problemas nacionales  y cuáles serían sus propuestas para combatirlos pero poco nos han dicho del trabajo legislativo que han hecho a lo largo de 5 años.

De qué manera vamos a confiar en uno de estos aspirantes si no sabemos cómo fue su desempeño dentro del Congreso. Es importante saber qué han propuesto dentro de estos 5 años, cómo han votado las reformas trascendentales para el país y cómo han impactado sus decisiones en la realidad nacional,  es decir, porqué su papel como senadores los proyecta como los más aptos, buscando que la ciudadanía tenga mayor certeza de quién puede ser el mejor perfil para ocupar la presidencia.

El problema desgraciadamente va más allá de estos 3 aspirantes, pues seguimos contando con instituciones legislativas lejanas a la ciudadanía, con ejercicios limitados de rendición de cuentas que provocan una desafección política por parte de las personas.

En este sentido, el papel de las organizaciones de la sociedad civil y la academia resulta relevante para dar a conocer la calidad de la actividad parlamentaria en México a partir de indicadores y calificaciones que den una noción de cómo opera nuestro Congreso de la Unión, por lo que se debe seguir apostando por los ejercicios de Parlamento Abierto a nivel federal y local.

@BordePolitico

El autor es: Rodrigo Ramírez @rodrigo_rq

Egresado de la carrera de Ciencia Política y Administración Pública de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Su interés académico y profesional se centra en temas del Poder Legislativo, sistema electoral, competencia y desarrollo rural. Es Coordinador de investigadores en el área de Análisis Político y Legislativo de Borde Político A.C. rodrigo@bordepolitico.com