Los que no están muy optimistas respecto al futuro del tipo de cambio son los analistas nacionales e internacionales, quienes pronostican que la moneda mexicana seguirá cayendo y rondará entre los 16.10 y 16.55 pesos por dólar entre junio y octubre de este año.
Incluso, los más pesimistas aseguran que el tipo de cambio podría tocar los 17 pesos por divisa estadounidense, lo que obligaría al Banco de México a salir otra vez en defensa del peso y prolongar el mecanismo de subasta de dólares.
Lo que sí es una realidad es que en la debilidad del peso nada tiene que ver el resultado de las recientes elecciones o los problemas de inseguridad que prevalecen en el país. Más bien lo que tendrá un efecto en la moneda serán factores externos, tal es el caso de la inestabilidad en los precios del petróleo, la compleja situación económica en Grecia, pero sobre todo, la incertidumbre respecto a un aumento en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos; este último aspecto es lo que tiene más nerviosos a los inversionistas, quienes optaron refugiarse en el billete verde.
La semana pasada, la moneda nacional concluyó con una depreciación de 2.15% para tocar los 15.71 pesos por dólar, con lo que alcanzó un nuevo máximo histórico de 15.7722 pesos.
Pero las presiones sobre el peso no llegarán solas, sino que se acompañarán de volatilidad en los mercados bursátiles globales. El primero en presentar un ajuste será el S&P, el que podría caer hasta 1,800 puntos de un máximo a medianos de mayo de 2,135 puntos, mientras que el Índice de Precios y Cotizaciones (IPyC) de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), podría desplomarse hasta los 38,000 puntos. En la actualidad ronda los 44,000 mil puntos.
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS
No cabe duda que habrá Ficrea para rato, ya que la molestia entre los ahorradores no termina y continúan las controversias en contra de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Los afectados aseguran que la autoridad supervisora actuó mal en la resolución del problema con la Sociedad Financiera Popular (Sofipo) y desde el inicio no puso el debido cuidado e hizo caso omiso a algunos focos rojos que se empezaban a presentar.
Pero a pesar de tantos golpeteos, la semana pasada fue de buenas noticias para la CNBV y su presidente Jaime González Aguadé, ya que obtuvo tres resoluciones favorables en los amparos que promovieron los ahorradores de Ficrea.
Estos fallos los emitió el Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa en el DF, bajo el argumento de que la CNBV actuó de acuerdo a sus facultades y con la finalidad de salvaguardar los intereses de los depositantes.
Incluso, se insistió en que la liquidación de Ficrea deberá hacerse conforme a la Ley General de Sociedades Mercantiles.
Si bien la CNBV logró anotarse tres palomitas en el caso, todavía quedarán temas pendientes, por ejemplo, la aprobación en el Senado de la ley que modificará la operación del sector de ahorro y crédito popular, misma que ya recibió el aval de los Diputados.
Así las cosas, las autoridades financieras sólo esperarán a que inicie el próximo periodo de sesiones el primero de septiembre para empezar a operar y presionar en la Cámara Alta, a fin de queden su voto a favor de la Ley, la que dicen, permitirá blindar al sector y minimizar los riesgos de nuevos fraudes.