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¿Se podría reducir la corrupción?

La experiencia de las últimas décadas muestra que la corrupción no ha disminuido a pesar de todos los esfuerzos. | Octavio Díaz García de León

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Escrito en OPINIÓN el

La idea: El presidente electo anunció que la nueva secretaria de la Función Pública será la Dra. Irma Eréndira Sandoval quien, además, será responsable del combate a la corrupción. Uno de los enormes retos que se han propuesto es hacer que México pase del lugar 135 de 180 países al lugar 8 en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional (TI).

Para ello en su Proyecto de Nación 2018-2024, AMLO propuso 26 acciones anticorrupción y hace poco anunció 50 medidas de austeridad y anticorrupción (Ver artículo). La próxima secretaria ha indicado más recientemente que se concentrará en 5 líneas de acción.

Estas líneas son (Reforma 24 de agosto):

Austeridad republicana. Orientada a fomentar el respeto a los derechos humanos, contempla reducir salarios a la alta burocracia y eliminar derroche.

Combatir el conflicto de interés de los funcionarios.

Transparentar el ejercicio de los recursos públicos, usando nuevas tecnologías para comprobar en tiempo real, el manejo de dinero público y figuras innovadoras de vigilancia ciudadana.

Combatir la corrupción a través de flujos fiscales y financieros. La idea es evitar que salga el dinero del país. Este tema lo llevará la Secretaría de Hacienda.

Combatir la impunidad de los casos de corrupción. Se promoverán sanciones efectivas contra los responsables.

La Dra. Sandoval sin duda enfrentará un gran reto en un ambiente complejo. Si bien las estrategias mencionadas son pertinentes, quizá no sean suficientes. Llama la atención que no mencione para nada al Sistema Nacional Anticorrupción. Habría que ver si entra en los planes de la nueva administración.

Pequeña corrupción y corrupción estructural

Si la idea es que México pase del lugar 135 al lugar 8, la calificación tendrá que pasar de 29 (100 es sin corrupción) a 88 y colocarnos al nivel de países como Holanda y Gran Bretaña en el IPC. Para lograr eso hay que entender cómo se calcula el Índice para ver si las medidas propuestas funcionarán. Además, si se logra, no implica que se acabará con la corrupción, sino con la percepción de la misma (Medir la corrupción).

La Dra. Sandoval distingue entre la pequeña corrupción, la de la mordida o soborno en pequeña escala y la corrupción estructural, la gran corrupción que se da en obras públicas y grandes adquisiciones en donde encajan los casos como el de Odebrecht (Entrevista). Sobre la pequeña corrupción dice la Dra. Sandoval que quizá nunca se acabe y que la que realmente se debe combatir es la estructural.

Un problema con este enfoque es que el IPC recoge lo que las personas perciben como corrupción, que suele ser la más cotidiana e inmediata. Si lo importante es mejorar la calificación de México en el IPC, no bastará con acabar con la corrupción estructural ya que en su mayor parte es invisible para el público, por sofisticada y clandestina.

La que sí se ve, es la pequeña y cotidiana y esa es la que eleva la percepción de corrupción junto con las noticias sobre casos de corrupción notorios. Sin embargo, es factible combatir la pequeña corrupción quitando trámites de ventanilla y estableciendo sistemas de monitoreo tecnológicos que desincentiven los actos de corrupción, por lo que no se deberá descuidar. (Estrategia anticorrupción)

En cuanto a los ejes propuestos

Austeridad republicana. Se sigue insistiendo en el recorte de salarios de la alta burocracia cuando el grueso del gasto está en los privilegios de los sindicatos y el exceso de personal en algunas áreas del gobierno federal. Esta medida también presenta riesgos al incentivar a ciertos funcionarios a complementar sus ingresos mediante actos de corrupción.

Conflicto de interés. Es muy necesario se combatan estas prácticas por lo que se tendrá que dar un nuevo impulso a las medidas desarrolladas en la reforma anticorrupción de 2015, para hacerlas efectivas.

Transparentar recursos. La idea de usar tecnología para saber en qué se gasta el dinero público es muy interesante. Existen tecnologías como la blockchain que permitirían hacerlo. Pero no basta disponer de la información en tiempo real.

Por ejemplo, en materia de transparencia y acceso a la información, ha faltado más participación de la sociedad debido a que el lenguaje burocrático es muy complejo y se requieren especialistas para entenderlo y poder identificar actos de corrupción. Se necesita desarrollar esas capacidades entre la sociedad.

Flujos financieros ilegales. Combatir este fenómeno es clave ya que la forma más eficaz de combatir la corrupción es seguir la huella del dinero. La Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP tiene las herramientas para detectar esos movimientos y con el auxilio de la información patrimonial que tendrá la SFP podrán identificar actos de corrupción. (Propuesta anticorrupción).

Combatir la impunidad. Este es un aspecto clave para darle credibilidad a cualquier política anticorrupción. Valdría la pena que se impulsaran reformas a la Ley General de Responsabilidades que además de ser muy garantista, adolece de diversas fallas que propician la impunidad.

La Dra. Sandoval tendrá un gran reto no solo al asumir el mando en la Secretaría de la Función Pública sino en reducir la corrupción e incidir en la calificación de México que emite Transparencia Internacional.

La experiencia de las últimas décadas muestra que la corrupción no ha disminuido a pesar de todos los esfuerzos y mejorar la calificación en el IPC es algo que ya se ha intentado antes, sin éxito. Ojalá que la Dra. Sandoval tenga una muy buena gestión, por el bien del país.

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