Main logo

Salvando al Godín y a su Salud Mental

No está mal pedir ayuda, ya sea ver a un terapeuta que se acomode a nuestra problemática, o pidiendo ayuda durante una crisis. | Aniela Cordero

Por
Escrito en OPINIÓN el

El 13 de febrero es el Día Mundial de la Radio. El 22 de marzo es el Día Mundial del Agua. El 20 de mayo es el Día del Psicólogo (en México). Y este pasado 10 de octubre fue el Día Mundial de la Salud Mental.

En años pasados se han tocado temas importantes como “La primera ayuda psicológica” (2016), “La salud mental en el trabajo (2017), “Los jóvenes y la salud mental en un mundo en transformación” (2018), lo que nos lleva al 2019: “Aunemos esfuerzos para prevenir el suicidio”.

Cada año en todo el mundo se suicidan más de 800 mil personas, el equivalente a una persona cada 40 segundos, mientras que solamente en México se cometen alrededor de seis mil suicidios al año en personas menores a 35 años, un promedio de 17 muertes por día.

Los esfuerzos por prevenir los suicidios, considerados uno de los mayores problemas de salud pública, aumentan día con día y ganan mayor visibilidad, pues no es para menos.

Uno de los principales factores es la depresión, una enfermedad mental importante y con muchos estigmas de por medio. Sin embargo, como hay tratamientos para enfermedades físicas, también los hay para las enfermedades mentales: psiquiatras y terapeutas. Tratarse no tiene nada de malo, al contrario, debería ser una práctica que se aliente y recomiende, así como todos recomendamos ir al médico cuando nos duele el estómago, tenemos gripa o un brazo roto.

Las personas que han tomado la decisión de quitarse la vida experimentan un estado de “efecto túnel”, donde lo único que ven es su situación sin darse cuenta de la gente, amigos, familia y las alternativas que se les presentan, y frases como “no pasa nada” o “ya pasará, solo es un bache en el camino” no solucionan ni ayudan.

Es importante no minimizar los pensamientos ni sentimientos de las personas suicidas, al contrario, es necesario que verbalicen y hablen no sólo sobre los problemas o las situaciones que las orillaron a tomar esa decisión, sino que hablen cómo piensan hacerlo para en la medida de lo posible, restringir el acceso a esa posibilidad, ya sean pastillas, armas, ahorcamiento, y demás. También hay que pedirle a la persona un compromiso de tiempo, para que no atente con su vida en lo que se busca ayuda profesional.

Nadie sabemos con certeza lo que pasa en la cabeza de los demás, muchas veces ni siquiera en la nuestra. Y no está mal pedir ayuda antes de que sea tarde, ya sea empezando a ver a un terapeuta que se acomode a nuestra problemática, o ya sea pidiendo ayuda durante una crisis.

Algunos teléfonos de emergencia para el suicidio son:

·         CDMX: 5804 6444

·         Guadalajara: 01 800 2 2747 47

·         Estado de México: 01 800 710 2496

·         SAPTEL – Cruz Roja: 5259 8121 / 01 800 472 7835

Jamás estará mal pedir ayuda.