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Salvando al Godín del retorno al desempleo

Recordando los básicos del CV y la búsqueda. | Aniela Cordero

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Escrito en OPINIÓN el

Un día nos encontramos con la noticia de que la peluquería unisex de la esquina cerró sus puertas durante la contingencia para acatar las medidas de seguridad y prevención contra el covid-19. Al día siguiente, la comida corrida de todos los días cerró sus puertas a los comensales, y dejó una ventanita abierta solamente para los pedidos a domicilio. Y un día, nos encontramos con la desafortunada noticia, de que nuestra empresa también cerró sus puertas por falta de clientes, flujo de efectivo y un plan de contingencia lo suficientemente robusto para mantener operaciones en una situación como esta.

A¿Y ahora? ¿Cómo regreso a la búsqueda de trabajo si durante 10 años no he tenido que buscar? ¿Cómo empiezo a redactar mi currículum? ¿Necesito una carta de presentación? Hoy en día que muchos profesionales nos encontramos en búsqueda de empleo activa (y urgente) por causa de fuerza mayor, no hay que dejarnos llevar por el pánico y la desesperación, debemos tomarnos unos minutos para reflexionar e invertir tiempo en cada una de nuestras postulaciones.

Para empezar la búsqueda, necesitamos nuestra mejor carta de presentación: el currículum. Malo: 8 hojas de contenido sin contar portada, índice, referencias y evidencia de todos los cursos que hemos tomado (incluido el de manejo y nuestro APGAR). Bueno: 2 a 3 hojas con la información general más relevante de los últimos 10 años, funciones y logros por separado. Ideal: 1 a 2 hojas con la información necesaria y relevante para el puesto al que nos estamos postulando.

Nuestra meta es tener un CV “ideal”; no pasar de las 2 hojas en donde podamos resumir nuestra experiencia profesional, resaltando al mismo lo tiempo lo necesario para empatar con las necesidades de la vacante a la que enviamos nuestra información y solamente necesitamos 5 categorías donde podemos englobar nuestra experiencia.

1. Contacto: Nombre completo, correo electrónico y teléfono de contacto.

Nada de dirección con entrecalles o detalles importantes como el árbol torcido y los cables llenos de tenis, pero si quieren dar el detalle de la residencia o la ubicación, con poner el estado y la cuidad bastan. Tampoco dejen el teléfono de su abuelita para recados, o el de la tiendita.

2. Resumen profesional: Resumir nuestra carrera en 1 párrafo como máximo.

Eso hablará de nuestra capacidad de síntesis, habilidades verbales y de comprensión, y será una primera impresión de lo que le espera al reclutador en nuestro CV.

3. Educación: De la universidad en adelante, y sí, hay que poner la institución y el año.

No pongan prepa, secundaria, y mucho menos primaria. Los años formativos son importantes, pero los que nos comienzan a definir como profesionales no son esos.

4. Experiencia: De 10 años para acá debemos de poner las funciones y logros de manera puntual y asertiva –es decir, dependiendo de lo que estén buscando para la vacante, hay que adecuar y resaltar nuestra experiencia para que cumpla con esos requisitos, y si los logros son medibles (facturación, KPIs, porcentajes, etc.) mucho mejor–; si tenemos más de 10 años de experiencia, podemos hacer mención de las compañías para las que hemos trabajado y los puestos que hemos ocupado sin necesidad de explayarnos.

5. Herramientas/Habilidades: Los programas que hemos utilizado (Microsoft Office no cuenta a menos que específicamente pidan Excel Avanzado) y las habilidades (liderazgo, escucha, negociación) que hemos desarrollado. Si no hemos utilizado específicamente el que piden en la publicación, también servirá el poner programas similares.

6. Cursos o certificaciones: las que se relacionen con la posición que estamos buscando, nuestro curso de manejo o de repostería no dará valor adicional a nuestro CV, pero una certificación en Mejora Continua o en manejo de equipos de alto rendimiento, sí.

Como bonus podemos agregar los idiomas que manejamos, o si la publicación pide un idioma en específico, podemos entregar nuestro CV en ese idioma para mostrar nuestro dominio escrito (y empezar a practicar para la entrevista).

Ahora bien, el CV es solamente la mitad de lo que necesitamos para empezar a ser asertivos con nuestra búsqueda. La otra mitad, es el correo donde enviamos nuestra información.

Si enviamos un correo masivo, sin remitente específico y sólo con nuestros generales, es muy probable que nuestro correo se vaya directo a la carpeta de spam y que los pocos que sí lo vean, le echen una ojeada y lo muevan a la papelera. A pesar de que representa una mayor inversión del tiempo, debemos tomarnos en serio el mandar un correo personalizado a nuestros contactos o conocidos en Recursos Humanos o Reclutamiento. Para personalizarlo, hay que tener en cuenta que podemos enviar un correo postulándonos a una posición, o un correo enviando nuestro CV de manera proactiva.

La diferencia radica en que, si es para una vacante en específico, el correo debe ir personalizado a un remitente (generalmente la persona que postea la vacante) y el cuerpo del correo no debe de rebasar las 7 líneas que deben contener nuestros datos generales más relevantes y que empaten con los de la publicación. Es decir, si postearon que buscan un gerente de ventas con más de 7 años de experiencia, que haya manejado la región sureste de México y haya tenido más de 10 personas a su cargo, el resumen que nosotros podríamos poner es:

“Soy un profesional de ventas en la industria del consumo con más de 7 años de experiencia manejando equipos de hasta 30 personas a mi cargo de manera directa a nivel regional en el sureste y centro de México”.

¿Me entienden, Méndez?

La otra, es que, si estamos mandando un correo de manera proactiva con la finalidad de que tengan nuestra información en su base de datos y la compartan a su vez con otros colegas reclutadores, hay que seguir los mismos lineamientos, pero con la información general más relevante, y con la especificación de que estamos enviando nuestro CV proactivamente y agradecemos que lo compartan con colegas del medio. Así será mucho más fácil que conserven nuestros datos y que no terminemos en la papelera.

Con esto, no quiero decir que a la semana tengamos 20 entrevistas programadas, pero empezaremos a hacer olas y a mover la maquinaria de la búsqueda de empleo y poco a poco tendremos llamadas, entrevistas y finalmente, la tan esperada oferta.

No desesperen, colegas, estamos juntos en esto y por algún lado se empieza.

¿Ya actualizaste tu CV?