Main logo

Salvando al Godín del Enfriamiento

O cómo no desesperarte por ser diciembre. | Aniela Cordero

Por
Escrito en OPINIÓN el

Todo tiene temporadas altas; que si las vacaciones (horror las playas en semana santa), que si las rebajas (horror plazas comerciales en el buen fin), que si el cierre de mes (horror reporte de contabilidad), que si el cierre de año (cuenta como temporada alta de estrés, no lo nieguen). Y dentro de ese cierre de año en el que todo mundo está como gallo descabezado entre los reportes, haciendo trucos de magia para que los números cuadren, los días de guardia y los días de vacaciones, organizando 3 intercambios, 2 posadas, y la fiesta de fin de año (vayan preparando sus mejores ropas, Grinchs), no queda mucho tiempo (a veces) para otros procesos.

Uno de esos procesos que se vuelven lentos, en algunas ocasiones, es el de reclutamiento, desafortunadamente. Las vacantes siempre están activas, y los reclutadores no paramos de buscar candidatos y de entrevistarlos, aunque sea vía telefónica. Pero después de ese filtro inicial, el proceso puede tomar aún más tiempo de lo normal por la temporada. Se vuelve más complicado encontrar espacios disponibles para entrevistar.

Muchas veces lo que ocurre es que se empiezan los procesos para tener listos a los candidatos y poder presentar una oferta durante el mes de enero o febrero. Es un poco como el picar piedra para que el resto del proceso fluya. Y es algo normal y perfectamente válido, siempre y cuando se les informe a los candidatos que así va a estar el proceso, porque es horrible (en general) que no te digan ni pío, y más todavía en una temporada tan complicada como lo es diciembre.

Diciembre (a pesar de que muchos de nosotros seamos parientes cercanos del Grinch) es una época con muchos sentimientos (buenos o malos, cada quién con su cada cuál) y que se vuelve todavía más complicada cuando no estamos trabajando por la incertidumbre y por la desesperación que se acentúa en esta época.

Como reclutadores, está en nuestro poder y obligación, informarles a nuestros candidatos si el proceso es para enero o febrero. Y como candidatos, también está en nosotros preguntarle a nuestro reclutador si el proceso se va a tardar más o menos. Pero nada dice que nuestro regalo de Navidad no sea un trabajo nuevo.

Salvando al Godín de la dictadura

@Ancoren  | @OpinionLSR | @lasillarota