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Salvando al Godín del Edadismo

Cómo podemos evitar la discriminación por edad. | Aniela Cordero

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Escrito en OPINIÓN el

Desde hace algunos años no era ninguna novedad que muchas empresas quieren talento joven que engrose la plantilla, mientras que le hacen el fuchi a muchos profesionales maduros, con amplia experiencia laboral, por ser, a sus ojos, mayores.

¿Pero mayores según quién? Según las polainas de cada empresa, y sí, eso por supuesto que está considerado como un tipo de discriminación dentro de los procesos de reclutamiento. Y desafortunadamente, la discriminación por edad es un fenómeno muy común que se ha acentuado muchísimo con la pandemia y que en México desde hace varios años se le conoce como Edadismo.

Sin embargo, la ilegalidad de esta discriminación no sólo está prohibida por la Constitución Mexicana, sino que también está tipificada en el código penal.

Según la práctica en el mercado laboral, se considera mayor a un profesional de más de 40 años de edad. ¿Por qué? Porque el talento joven es más barato, explotable y rara vez generan antigüedad considerable en las empresas, así que adiós liquidaciones millonarias, según un estudio hecho en 2014 por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).

Hay varias opciones para proceder si hemos sufrido Edadismo en algún proceso de trabajo. La primera, es proceder mediante la vía no jurisdiccional, apoyándose en la CONAPRED a nivel local o federal. La segunda, es proceder con una denuncia ante la Fiscalía, demandas civiles, e incluso ir hasta los tribunales laborales.

Aunque estas dos opciones son las que deberían de realizarse, muchas veces no hay necesidad de iniciar este tipo de procedimientos, siempre y cuando el reclutador y la compañía tengan una actitud asertiva y puedan cambiar los paradigmas de cómo perciben a los trabajadores de más de 40 años.

Hay que entender que la edad no es factor fundamental en el momento de contratar a alguien, al contrario, se deben de considerar siempre las habilidades, capacidades, experiencia y conocimiento antes que la edad, el género o cualquier otro factor secundario que no influya en su desempeño laboral.

Ahora bien, el contratar a un profesional mayor y no a un talento joven, muchas veces representa ventajas importantes para la compañía como ahorros en las capacitaciones, una gestión mas asertiva de los equipos y un mejor desarrollo del personal.