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Salvando al Godín de un sabático forzado

¿Cómo regresar a trabajar después de un largo intervalo? | Aniela Cordero

Por
Escrito en OPINIÓN el

Hoy en día estamos acostumbrándonos cada vez más a una realidad que solamente veíamos en los Supersónicos; algunos de nosotros trabajamos unos días en la oficina y otros días desde casa, otros nunca dejamos de trabajar desde la oficina, y otros cuantos afortunados hemos podido disfrutar de nuestro hogar mientras continuamos con trabajo.

Sin embargo, 2 años de pandemia y más de 12 millones de desempleados después, hay muchos colegas que buscan regresar a trabajar desesperadamente y que aún no lo han logrado, y muchas veces se debe a que no logramos ver más allá del hueco en nuestro currículum y eso se nota en nuestras entrevistas.

Pero ¿cómo podemos convencer a los demás que somos mucho más que ese año o dos que nos costó la pandemia? ¿Cómo demostramos que tenemos toda la actitud y el conocimiento? ¿Es siquiera posible?

Claro que es posible, pero deberemos prepararnos para enfrentar niveles de frustración e impotencia insospechados, porque nuestro primer gran obstáculo, será el criterio combinado de los reclutadores y las políticas de las empresas para contratar nuevo personal. Algunas compañías tienen políticas muy estrictas sobre el historial laboral de los candidatos, en donde tienden a descartar profesionales que no estén laborando o que tengan más de 6 meses sin trabajar.

Veamos si estos casi tres años de columna han servido de algo. Antes de actualizar nuestro currículum, ¿qué debemos hacer? Debemos de pensar en qué es lo que queremos en un futuro, y en qué es lo que necesitamos para llegar ahí, empezando por encontrar trabajo, claro está. El pensar y analizar en qué punto estamos y al que queremos llegar, nos va a permitir delimitar las industrias y empresas a las que queremos apuntarle, en lugar de tirarle indiscriminadamente a todas las publicaciones en las bolsas de trabajo.

Ahora sí, es hora de actualizar nuestro currículum, pero no de la forma tradicional, sino de una manera que nos permita vendernos más allá de nuestros años trabajando. Vamos a estructurar nuestra información agrupandola por industrias o sectores, y las posiciones que ocupamos en las mismas y el número de años que estuvimos en ellas, pero SIN fechas.

Por ejemplo:  

INDUSTRIA RETAIL

- Gerente de Planeación Comercial (4 años)

Funciones:

- Planner Sr (6 años)

Funciones:

- Comprador (3 años)

Funciones:

INDUSTRIA CONSUMO MASIVO

- Gerente de Ventas (3 años)

- KAM (1 año)

Y ya se van dando una idea de cómo seguirlo estructurando. E incluso pueden jugar un poco con los formatos de fecha si no han tenido intervalos tan grandes. En lugar de poner mes y año, pueden poner solamente el año de entrada y salida. Dependiendo de lo que a ustedes les convenga y convenza más.

La segunda herramienta que debemos tener en cuenta es la formación. El que hayamos estado sin trabajo uno, dos o los años que sean, no significa que estemos sin actualizarnos, sin seguirnos preparando y sin cultivar nuestras habilidades y conocimientos. Hay que reforzar el apartado de “Formación” o “Educación”, para resaltar los cursos más relevantes que tengan que ver siempre con la vacante a la que estamos aplicando. No olvidemos que la personalización es clave para encontrar trabajo un poco más rápido.

La tercera herramienta son nuestras actividades extracurriculares; voluntariados, asesorías, trabajos temporales. Porque demuestran que no hemos estado inactivos totalmente, y pueden arrojar una luz adicional sobre nuestras soft skills como trabajo en equipo, liderazgo, responsabilidad social y demás. Es muy importante que nuestros hobbies puedan mostrar habilidades tangibles, y que no sean solamente actividades en solitario como “ir al cine”, “escuchar música”, o “ver series”.

Ajá. Ya tenemos el CV y ya lo estuvimos mandando a diestra y siniestra durante tres días a cuanta publicación encontramos y es tiempo de esperar a cosechar esos frutos. ERROR. Buscar trabajo ES un trabajo de tiempo completo, y hay que darle la importancia y la prioridad que requiere. Necesitamos ser disciplinados, tener horarios, hacer colaboraciones y utilizar herramientas a nuestro favor.

Todos los días debemos estar activos, tanto por el propio proceso de reclutamiento, como por nuestra salud mental. Si nos mantenemos ocupados, nos sentimos útiles, y hacemos que nuestra confianza y autoestima crezcan, y resistan la frustración de no encontrar trabajo, o que nos digan “nosotros te llamamos”, para que esa llamada no llegue nunca. Y sobre todo porque el buscar trabajo es un proceso indefinido.

Después de un par de meses buscando, nos empiezan a llegar las primeras citas para entrevistas y nos emocionamos. Pero ¿cómo les vamos a explicar esos intervalos? ¿Qué van a pensar si les decimos que nos recortaron de nuestra última empresa gracias al cobicho? ¿Aceptarán nuestra decisión de renunciar para cuidar a nuestro familiar con una enfermedad terminal o por alguna otra situación personal?

Nos de miedo, terror y se nos hagan las piernas de gelatina, debemos de ponernos en esa luz para defendernos, para vendernos y para mostrar todo lo que tenemos que ofrecerle a la empresa. Y si hay algo que la pandemia nos ha dejado y nos ha enseñado, es la empatía. Claro que como reclutadores podemos entender la difícil decisión de renunciar a tu trabajo para cuidar a tu mamá con cáncer, o a darte un respiro porque el estrés te estaba generando signos claros de un infarto prematuro, o porque querías cuidar a tu bebé. Y por supuesto también podemos entender que te hayas quedado sin trabajo porque la empresa en la que estabas cerró en la primera ola de confinamiento.

Pero, ¿y si nos preguntan qué hemos hecho mientras encontrábamos trabajo? También podemos decir la verdad. Hemos participado en asesorías y consultorías independientes. Hemos sido voluntarios en refugios, casas hogares, construcción de casas. Hemos pulido nuestros conocimientos y habilidades técnicas. Hemos aprendido a ser mejores líderes, a tolerar mejor la frustración. Hemos aprendido mucho mas de nosotros mismos, y estamos seguros que podemos aplicar ese conocimiento y ese desarrollo.

No será fácil, y no cerraremos el trato a la primera. Pero el que persevera alcanza, y podemos alcanzar una nueva oportunidad si no desesperamos y nos mantenemos firmes. Aunque las deudas nos estén respirando en la nuca, Marce.