Main logo

Salvando al Godín de un buen consejo

Un pasatiempo, una Carrera, un Trabajo y una Vocación. | Aniela Cordero

Por
Escrito en OPINIÓN el

¿Cuántos de nosotros no nos hemos sentido frustrados por el trabajo? ¿A cuántos no nos ha pasado que pensamos que nos equivocamos de carrera o de vocación? ¿Y quién no ha oído la frase “si amas lo que haces no tendrás que trabajar un solo día de tu vida”?

No desesperemos. Incluso si estamos en el peor punto de nuestra carrera, en un trabajo que odiamos, todos tenemos una segunda oportunidad para encontrar(nos). Pero antes, debemos de hacer algunas aclaraciones y diferencias de cuatro conceptos muy importantes y que a menudo confundimos, fundimos en uno solo o pensamos que podemos intercambiar unos por otros.

El primero, es el trabajo. Muchas de las cosas de gran belleza y valor las hicieron personas que tuvieron que salir adelante de otra manera. Por ejemplo, Herman Melville, el autor de Moby Dick. No fue novelista toda su vida y vivió de eso, al contrario, trabajó durante toda su vida y mientras escribía su obra maestra, trabajaba en aduanas.

Algo que se dice mucho de los trabajos es que debemos de amarlo, pero no hay nada más alejado de la verdad. La ventaja de un trabajo no es que deba gustarnos, ni que tenga que ser fabuloso, solo tiene que ser suficiente para pagar. Claro, que si es algo que nos gusta, vamos de gane. Y es que todos nos hemos encontrado en ese punto en algún punto de nuestra vida. Con un empleo tóxico, horrible, en el que lloramos todos los días… y la ventaja es que no es el único trabajo del mundo. Siempre podemos cambiarlo, con un poco mas o menos de suerte y esfuerzo.

Pero la idea es simple: trabajo y me pagan. Nada más, nada menos. Debemos empezar a reconocer que nuestro trabajo no es el centro mismo de nuestra existencia, nuestra vida empieza y existe fuera de ahí.

Ahora bien, no debemos confundir trabajo con carrera, aunque tienen una delgada línea separándolos. Pero al final es algo que tampoco es obligatorio tener, pero si logramos encontrarla, seguimos de gane. Una carrera es algo que nos apasiona, que hace que nos lata el corazón desbocadamente y por lo que estamos dispuestos a hacer sacrificios, trabajar hasta tarde. Es algo por lo que estamos dispuestos a poner pausa a nuestra vida y a nuestros planes porque creemos en esta misión y en esta carrera.

Pero… si vemos que no la amamos, es mejor dejarla ir. Puesto que se vuelve aún más complicado y desgastante que el trabajo, el perseguir una carrera que no nos hace ojitos. Y para eso está el trabajo, donde no nos involucramos más de lo debido en un intercambio simple. Además, las carreras tienen una fecha de caducidad. Miren si no a los artistas, deportistas, escritores, inclusive profesionistas retirados… todas las carreras terminan.

¿Y qué hay entonces de la diferencia entre una carrera y una vocación? Porque también parecieran ser muy similares. Si bien una carrera es una pasión, una vocación es un llamado. Es el universo susurrándonos al oído el camino que debemos tomar para poner al servicio de algo más grande nuestros dones y nuestros talentos. Y es algo que estará con nosotros durante toda la vida, al contrario que un trabajo o una carrera.

Y sí, una vocación puede convertirse en un trabajo, y un trabajo también puede convertirse en una carrera.

Y finalmente, los pasatiempos. Son actividades que hacemos por puritito placer y diversión. No necesitamos ser buenos en ellos, no necesitamos hacer dinero de ellos, solo necesitamos disfrutarlos. Y también, un pasatiempo puede convertirse en un trabajo o en una carrera, tal vez incluso puede ser una vocación. Pero no al revés.

No es algo fácil de reflexionar. En mi caso particular, no sé cual sea mi vocación, o si tenga una carrera. Tengo un trabajo que me hace feliz, claro. Y también tengo pasatiempos que disfruto enormemente, aunque no sea la mejor, como la acuarela, o leer hasta que me ardan los ojos.

Cada uno de nosotros puede pensar en estos cuatro conceptos, y recordar que está bien no tenerlos todos. Pero también es importante recordar que no debemos confundirlos para no traer más frustración a nuestras vidas de por si saturadas de chamba y pandemia.