Main logo

Salvando al Godín de no aprender

O lo que nos dejó la cuarentena más allá del home office. | Aniela Cordero

Por
Escrito en OPINIÓN el

Todavía seguimos festejando el natalicio de Benito Juárez, que empezó hace ya varios meses. Durante ese tiempo han cambiado muchas cosas, entre el trabajo, la familia, la pareja, los viajes, y los proyectos que teníamos. 

En lo laboral, más a fuerza que de ganas, el home office llegó para quedarse (en muchos casos) y nos dimos cuenta que los esquemas de trabajo flexibles funcionan a la perfección, del mismo modo en el que valoramos muchísimo más nuestro propio trabajo y el de quienes nos cuidan y nos protegen. Sí, ustedes médicos, hacen toda la diferencia. GRACIAS. 

En la casa, necesitamos mejores y diferentes opciones para distraernos. El sillón ya tiene la forma de nuestras posaderas, la silla del comedor ya se sabe el libreto de nuestras conferencias y la cafetera está en huelga por la explotación de café a la que la estamos sometiendo. Nos hemos dado cuenta de la manita de pintura que necesita la pared, los hoyos de los cuadros que al final decidimos no poner, y que nuestro colchón realmente era la razón por la que no podíamos dormir, no nuestras malas decisiones.

En la salud, dejamos de ponerla en segundo o incluso tercer plano. Ahora, cada dolor de cabeza, o estornudo es tratado con la mayor importancia, así como nuestra alimentación e ingesta de vitaminas. Nadie quiere enfermarse, ni que se le bajen las defensas. Y no solamente la salud física, la salud mental cobró más relevancia con el estrés y la ansiedad que genera el encierro, y con ello la depresión y el burnout. Pero ya nos dimos cuenta que sí son importantes, que sí existen y que también deben de ser tratadas. 

En la familia, tanto nuestra familia de sangre como la familia de escritorio son importantes. Para mantenernos cuerdos, para sentirnos queridos. Y es importante que nuestros jefes y empleadores se den cuenta del apoyo que representan. Que nuestros amigos sepan que estamos ahí. Que nosotros sepamos que podamos contar con los demás, aunque no los podamos abrazar, pero saber que están con nosotros. 

Y finalmente en la percepción de la realidad, hay muchos procesos que estamos reevaluando y reimplementando, en nuestra casa, en nuestra rutina, y en nuestro trabajo. Hay otras tareas que no nos damos cuenta que son importantes, como salir a caminar dos cuadras, como ver una peli tranquilamente, como hacer cosas que nos gustan y hacernos el tiempo para ellas. Ser más productivos y no solamente cumplir un horario, y pedir ayuda cuando lo necesitemos. 

En definitiva, nadie saldrá de esta cuarentena como la inició, y eso sucederá en muchos casos.