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Salvando al Godín de los millennials

O ¿millennials otra vez? | Aniela Cordero

Por
Escrito en OPINIÓN el

“10 razones por las que no te conviene tener a un millennial en tu empresa”, “Los millennials no quieren trabajar”, “Los millennials se creen los dueños de las empresas”, “Cómo tratar con un empleado millennial y no morir en el intento”, son algunos ejemplos de encabezados que nos encontramos todos los días.

Yo soy millennial. Que no me identifico del todo con mi generación, es cierto. Que tenemos algunas características mejores que otras, también. Que somos un reto en el trabajo… No lo sé. ¿Realmente somos tan malos como nos pintan?

Aprender

Todos hemos escuchado el “nunca es tarde para aprender”. Y esa es una frase que se puede aplicar incluso a las generaciones que hoy en día comparten el espacio laboral. Durante muchos años (todos, de hecho) los mentores han sido personas que ya llevan bastante tiempo en la empresa y que son considerablemente mayores a nosotros, pero en años recientes, esa figura ha empezado a dar un giro de (esperemos) 180°.

Ahora, no sólo los chicos aprenden de los grandes, sino al revés. Y he aquí algunas ventajas de cambiar el estilo de esta práctica:

1. Se crea una fuerza de trabajo que refleja el mundo tan cambiante en el que vivimos. No solo aprendemos de la experiencia de los que están arriba de nosotros, sino que les ayudamos con un poco de visibilidad de lo que está pasando con las generaciones de ahora y las que vienen.

2. Mantiene a los mentores más grandes (en sentido figurado y no tanto) en contacto con la tecnología y el futuro, con nuevas perspectivas y con nuevos horizontes. No importa que nos separe el charco del Atlántico, te puedo ver con una videollamada y podemos platicar casi como si estuviéramos en persona.

3. Ayuda con la estrategia del negocio (ver el punto 1). Somos una fuente invaluable de información de cómo nuestra generación y las de abajo ven las campañas publicitarias, los productos y la compañía en general.

4. Se promueve una cultura de aprendizaje de toda la vida. Ya no tenemos que esperar a la capacitación que nos da RRHH para aprender, ahora podemos sentarnos con nuestro mentor y aprender de su experiencia, y ellos, aprender de lo poco o mucho que nosotros hayamos experimentado. El aprendizaje siempre es de dos vías.

Millennials

Hay algunos personajes importantes dentro de empresas que todos reconocemos que ya tienen mentores millennials y que les ha funcionado, y además, están contentos con lo que ven de nosotros. Es cuestión, como todo en la vida, de dar una oportunidad. No todos los millennials somos unos flojos que quieren ganar la millonada por sólo mover un dedo.

¡VIVAN LOS MILLENIALS! (Y todos los demás).

Salvando al Godín del Karoshi

@Ancoren  | @OpinionLSR | @lasillarota