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Salvando al Godín de los hunters

El Job Hunter tiene un costo para el candidato, mientras que con nosotros, los headhunters, tiene un costo para el cliente. | Aniela Cordero

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Escrito en OPINIÓN el

Como muchos de ustedes sabrán, queridos lectores, soy headhunter. Lo que significa que de sol a sol, busco gente hasta por debajo de las piedras para cubrirle vacantes a mis clientes. Unos son un tremendo dolor de cabeza, y otros son un amor, como todos en esta vida.

Luego les cuento de los pormenores de mi trabajo, y mil disculpas si a veces los dejo en visto en LinkedIn, WhatsApp, o no les he contestado el correo de recibido, pero el día solo tiene 24 horas y yo quisiera que tuviera 36. Insisto, luego hacemos sesión de Q&A si quieren.

De todas formas, no son los headhunters (HH) lo que nos ocupa en esta columna semanal, que espero estén leyendo con un rico cafecito mañanero bien cargado. Lo que nos ocupa este primer sábado de febrero, después de los interminables días de enero, son nuestros primos segundos, llamados Job Hunters (JH).

Los Job Hunters nos ayudan a encontrar el trabajo de nuestros sueños a través de su red de contactos, acompañamiento durante el proceso de entrevistas, y consejos y tips para las entrevistas, la presentación de nuestro currículum y del proceso en general. Pero tiene un costo para el candidato, mientras que con nosotros, headhunters, tiene un costo para el cliente.

Los comentarios, tanto para con los HH como con los JH están divididos. A título personal tengo amigos y candidatos que han tenido terribles experiencias con ambos, y quienes también son casos de éxito. Yo solo puedo hablar desde mi trinchera de headhunter, y los comentarios al respecto de ambos hunters son similares: les damos un buen seguimiento o los dejamos en visto; les damos buenos tips y consejos sobre el entrevistador o los mandamos solo con la bendición y que sea lo que Dios quiera; los preparamos a conciencia sobre lo que está buscando el cliente final, o los mandamos de relleno y pasan el oso de su vida, y así sucesivamente.

La única diferencia tangible que he visto, es que como candidato, somos más susceptibles a ser víctimas de un fraude con un JB que con un HH, y la razón es bien simple: porque con los Job Hunters pagamos directamente de nuestro bolsillo, y con los headhunters no. Mi recomendación sería que si van a trabajar con un jobhunter, se aseguren con referencias tanto positivas como negativas del tipo de proceso, trato y servicios que obtendrán después de desembolsar su lana, si no, ni pierdan el tiempo.

Si han tenido buenas o malas experiencias con uno u otro, me encantaría leerlos.

Los invito a comentar en Twitter con el hashtag #SalvandoAlGodínHH o SalvandoAlGodínJH según sea su caso.