Creo que a todos desde pequeños nos han enseñado la importancia de la honestidad y de no decir mentiras, pues siempre traen consecuencias, a veces más pronto que tarde. Pero tal parece que algunas personas lo olvidan al encontrarse en una entrevista de trabajo.
Y tal vez es algo que parezca obvio, pero se los voy a decir una vez más: ser honestos en una entrevista de trabajo es crucial, sea para la posición que sea, tanto para el reclutador, como para el candidato.
¿Por qué? Por muchas razones. La más importante: ambas partes quieren que el proceso termine satisfactoriamente. Para el candidato, encontrar un trabajo bien remunerado que se adecúe a su formación y a su plan de carrera profesional; para el reclutador, cubrir la vacante con el mejor talento. Otra no menos importante: la frustración. Ambas partes deben de tener claro qué es lo que pueden ofrecer para no generar falsas expectativas y no comprometerse con algo que no puedan cumplir porque el candidato se arriesga a cambiar de un trabajo a otro, dándole un giro a su vida; y el reclutador deja fuera del proceso a candidatos potenciales, que cumplen con los requisitos y tienen un interés real.
Eso, por un lado. Por otro lado, el ser deshonestos en las entrevistas de trabajo es un reflejo de irresponsabilidad e inmadurez. Muchas veces las situaciones que viven los candidatos son muy complicadas, sobre todo después de un largo periodo de desempleo, pero eso jamás será justificación para mentir en una entrevista.
¿Cómo podemos evitar situaciones deshonestas y potencialmente riesgosas? Sonará redundante, pero lo primero, es ser honestos, puesto que el proceso de selección se vuelve más ágil, se evitan conflictos, y se incrementan las probabilidades de cerrar exitosamente la vacante y ser contratado. La honestidad va desde si se cuenta con los títulos académicos necesarios, si se dominan los idiomas requeridos o el manejo de herramientas tecnológicas.
La deshonestidad siempre sale a la luz y puede tener consecuencias graves para ambas partes. Vale más ser descartado en la primera ronda de filtros porque no tenemos el nivel de inglés adecuado o no manejamos una herramienta, que nos corran meses después y nos boletinen por poner en riesgo al negocio, o incluso la vida de las demás personas.