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Salvando al Godín de cubrir vacantes

¿Por qué hay tantos jóvenes desempleados?. | Aniela Cordero

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Escrito en OPINIÓN el

Para las nuevas generaciones que se unan a las filas del empleo, se ha vuelto un mucho más complicado llamar la atención de los reclutadores; uniéndose entonces a las filas del desempleo. Un reciente análisis hecho por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) encontró que 43% de los reclutadores y compañías en general a nivel mundial han tenido dificultades para encontrar perfiles jóvenes que cubran con los requerimientos de las vacantes. 

¿Por qué? Si se supone que las generaciones más jóvenes están mejor preparadas para el futuro, ¿no es así? Pues sí, y no. Es una realidad que el mercado laboral está viviendo una revolución sobre todo a nivel de aptitudes que se solicitan de los candidatos. Entre estas aptitudes están las habilidades de comunicación, el sentido de urgencia, adaptabilidad y toma de decisiones, tener iniciativa, integridad y pensamiento crítico. 

En las entrevistas de hoy en día, destacan candidatos que no solamente tengan experiencia, sino que sean empáticos, que tengan potencial para ser mentores y poder transformar comportamientos y creencias en el trabajo, y sobre todo, que tengan mucha resiliencia. A pesar de seguir en crisis, las habilidades que se requieren son diferentes que las que pensábamos hace dos años, cuando inició la pandemia, y seguramente continuarán evolucionando hacia otras diferentes en un futuro. 

Parte del reporte de la OIT, pone en evidencia que las capacidades adquiridas durante los años de formación académica suelen quedar obsoletas mucho más rápido que las habilidades adquiridas con la práctica y la experiencia. Y a esto le sumamos que se están desaprovechando muchísimos talentos jóvenes porque se conforman con la superficie de sus habilidades. 

Por otro lado, la OCDE nos dice que en América Latina tenemos la mayor brecha a nivel mundial entre las competencias disponibles y las que se necesitan para el ámbito laboral actual. Y debemos llevar a nuestras generaciones más jóvenes a que aprendan habilidades transversales, que puedan servirles en varios ámbitos y que no sean específicas de un sector o una disciplina. 

En cuanto a las competencias que se requieren, una de las principales es el “aprender a aprender” que se traduce en que las personas sean capaces de organizar, procesar y retener información, usando el tiempo de manera eficiente y eficaz, sin sacrificar calidad y completando las tareas asignadas. 

La segunda competencia sería la “resolución de problemas”, pensando de manera creativa, identificando y solucionando problemáticas de manera independiente que nos permitan continuar con el trabajo. 

¿Y por qué solamente dos? Bueno, porque con estas dos competencias se garantiza que la persona será capaz de responder mucho mejor al cambio y a la innovación en el trabajo. 

Obviamente el mejor lugar para que podamos adquirir estas competencias es en el trabajo, y de repente se vuelve un círculo vicioso, porque las compañías no contratan a quienes no tienen estas competencias, y la gente no las tiene porque no las puede trabajar en un ámbito laboral. Pero depende tanto de nosotros como colaboradores, como de las compañías, encontrar el cómo se pueden desarrollar para cerrar esa brecha laboral.